Capítulo 11

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El sonido de mi teléfono me interrumpieron las horas de sueño, cogí el teléfono sin mirar quién era. 

- ¿Mhm?

- Em.. Estoy en problemas. - Murmuró la voz, me senté de un impulso abriendo los ojos de par en par. 

- ¿Viktor? ¿Qué pasa? 

- Me metí en una infiltración porque pensaba que daría con tu padre y em.. me han descubierto.. estoy ahora escondido debajo de un puente.. - Dijo en un susurro en pánico. 

- ¿Eres gilipollas? - Le dije saliendo de la cama colocándome las zapatillas. - ¿Y tus compañeros? 

- ¡Horacio! ¿Quién va a saber mas de una mafia? ¿Tú o alguien del puto FBI? - Susurró alterado, suspiré saliendo del cuarto cogiendo las llaves del coche, y el arma. 

- ¿Vas armado? 

- 10-4. 

- No me hables en puto código, si o no. 

- Si, si. 

- Quédate donde estés, ¿vale? De verdad macho.. - Suspiré metiéndome en el coche, suspiró él también en el teléfono. - Pásame ubicación. 

Me la pasó así que lo puse en maps, sin colgarle, estaba bastante cerca. 

- Escucho pasos.. - Susurró en voz muy baja. 

- Pues cállate la boca, subnormal. - Le reñí y se quedó callado, negué con la cabeza acelerando más el coche. - 2 segundos, prepárate para correr hacia mi coche. - Le dije y confirmó con un pequeño 'mhm'. 

Cuando llegué donde estaba él, en una calle jodida, se puso dentro del asiento de copiloto, con su respiración agitada, yo salí del coche, ya que esta mafia la conocía. 

- ¡Hombre! ¡Horacio Pérez! 

- ¿Qué pasa Julián? Lo siento pero no puedo dejar que le hagas nada. - Le dije mirando al coche, miró también después mirándome a mi confundido. - Lo necesito, estamos tratando unos temas y demás y lo estoy usando para llegar a un propósito. - Le dije y asintió. 

- Sin problemas. Todo tuyo. 

- Gracias. - Le dije yendo al coche de nuevo sentándome como conductor, sin dirigirle la palabra volví a arrancar el coche yendo a mi casa de nuevo. 

- ¿Me podrías llevar a la sede? 

- Cariño, ¿piensas que soy tu taxi? - Le miré de reojo, suspiró. 

- Quiero descansar. 

- Pues te pides un taxi. 

- No llevo dinero encima, me lo han robado los criminales esos. - Murmuró. 

- Bueno pues duermes en el portal, que sé yo. 

- No me dejarás solo, desconsolado congelándome, ¿no? - Dijo intentando darme pena, le miré intentando no sonreír. 

- Me has llamado a las tres de la mañana para ir a por ti porque casi te matan, ¿suficiente, no? - Le dije mientras sobrepasaba por mucho el límite de velocidad. 

- Estás rompiendo las normas de tráfico- 

- No empieces ruso. 

- Como nos mates..

- Bueno por lo menos te habré matado yo y no ellos. - Le dije mirándole un segundo, volviendo la mirada a la carretera, estaba llegando a mi casa así que dejé de acelerar. 

Aparqué en el garaje mirándole. - ¿Bajas y mañana te llevo a donde quieras? Quiero dormir, estoy reventao'. - Le dije y suspiró quitándose el cinturón pero saliendo detrás de mi.  - ¿Me abres tú la puerta ya que tan bien se te da? - Le dije mirándole, me miró a los ojos y después a la puerta.

El otro lado. (Volkacio AU).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora