-No le has contestado ni una sola llamada. –Suelta de pronto el chico clavando sus ojos en ella.
- Venga ya, ¿qué quiere, que este todo el rato con el puñetero móvil en la mano? – Parece no hacerle mucho caso y saca su portátil como si la conversación no fuera con ella.
-Sabes que yo solo cumplo órdenes.- Sus palabras a Cat no parecen hacerle mucha gracia y contraataca.
-Pues dile que se meta las órdenes por dónde le quepan.- Estoy flipando con la conversación, no estoy entendiendo nada. Cat no me había dicho que tenía novio, aunque yo tampoco se lo había preguntado, pero esto de que pudiera entrar cuando le diera la gana íbamos a tener que hablarlo y poner unas cuantas normas.
Las palabras de mi compañera habían surgido efecto sobre él, que se había puesto de pie y se revolvía el pelo. Sin duda, era muchísimo más grande que Cat, pero ella no se amedrentaba ante él, ni siquiera se inmutaba.
-¿Enserio es tan difícil coger una puta llamada Cat?- su voz sonaba tranquila pero que Cat no le estuviera ni mirando le alteró bastante- ¿No te das cuenta que cuándo no lo haces me estas jodiendo a mí también? No soy tu puto niñero.- El tono que utilizó dio bastante miedo. Tenía una voz ronca y dura que haría temblar a cualquier persona. Si no hubiera sido porque no podía ni moverme, hasta yo hubiera salido corriendo lo más lejos posible.
-Nadie te ha pedido que lo seas.-Soltó ella seca. Parecía cansada de la conversación, como si está fuera una cosa habitual.
-¡Me tienes hasta las narices Catherine Williams! –dijo el saliendo por la puerta.
-¡No más que tú a mi Nicholas Brown! –Sentenció Cat pegando un portazo para cerrar la puerta.
Cat apoyo la espalda sobre la está y respiro varias veces. Mi cara debía ser un poema porque vino hasta mí como un rayo.
-Él no suele ser así de verdad, bueno, sí que es así, pero hoy estaba más imbécil de lo normal. ¿Estás bien?
-Estoy bien, no te preocupes. No quiero meterme en tu relación pero – mis palabras la hicieron mucha gracia.
-Espera, ¿te piensas que Nick y yo somos pareja? –es exactamente lo que estaba queriendo decir, pero por cómo se estaba riendo intuía que no era así. – Nick es el hijo de la mujer de mi padre, somos hermanastros, nada más.
-Qué vergüenza, y yo pensando que era tu novio.
-Ri, no te preocupes, supongo que no todos los días te encuentras a un desconocido en la cama de tu compañera de cuarto.- Me gustaba que Cat le quitará importancia al asunto. Por el contrario que a mí, a ella no le dada ninguna vergüenza la situación.
-Oye Cat – estaba poniéndose el pijama en el baño, pero no tardo en asomar la cabeza - ¿estás bien?, quiero decir después de la conversación sería normal que no lo estuvieras...
-Harried, estoy bien de verdad. Siempre es lo mismo, mi padre me llama dos o tres veces y en cuanto no le contesto manda Nick a hacer el trabajo sucio. Estoy acostumbrada. Vamos a ver la película anda.
A pesar de todo, Cat no había quitado ni por un momento la sonrisa. Si no estaba bien, tengo claro que no me lo iba decir, y si ver la película la ayudaba a distraerse no le diría que no, por mucho sueño que tuviese.
-Por cierto Ri, mañana recogeré toda la habitación, no quiero que pienses que soy un desastre o algo -dijo llevándose un gran puñado de palomitas a la boca.
Mi yo interior grito de la emoción.
Eso sí que eran buenas noticias.
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EUNONIA
Ficção AdolescenteAlgunas personas piensan que el futuro ya está escrito, da igual lo que hagas, lo que digas, las decisiones que tomes, todo pasa por algo. Quizás porque es necesario o porque es el momento. Al principio duele, notas que cada día estas más muerto, cu...