Harried.
Sus ojos viajaron desde los míos hasta el final de mis piernas. Ni siquiera se cortó un pelo al hacerlo. Se me había olvidado que estaba tan solo con una toalla.
-¿Dónde iba a estar sino? – fui hacia el armario y saque lo primero que cogí. No me importaba que fuera, me valía con cualquier cosa que pudiera cubrirme más. Estaba de espaldas a él, pero seguí notando su mirada fija en mí.
-Creo recordar que te dije que me esperaras en el coche. –Sentencio sin inmutarse lo más mínimo.
-Y yo creo recordar que dijiste que no tardarías, y aquí estas, una hora después.
Nick no volvió a decir ni una palabra. Puede que al final hubiese comprendido que le quería bien lejos de aquí. Se me escapo una sonrisa victoriosa.
Esto ya me estaba empezando a molestar bastante. Entendía que fuera el hermano, bueno hermanastro, de Cat y que quisiera protegerla, pero ahora las cosas habían cambiado. Cat ya no estaba sola, ahora yo también vivía en esa habitación y quería tener mí intimidad. No podía estar entrando y saliendo cuando le diera la gana, y menos a estas horas. Se me paso por la cabeza un pensamiento rápido sobre mi madre.
¡Ay mamá! Si tú supieras que ahora mismo, por tú culpa, estoy medio desnuda delante de un desconocido en mi habitación... te daría algo.
Intente darme la vuelta para decirle que se fuera. Digo intente porque algo, o más bien alguien, me impidió hacerlo.
Sentía como su respiración chocaba contra mi cuello. Me tenía acorralada contra el armario. Empecé a temblar por sentirle tan cerca. Miles de escalofríos subían y bajaban por mi cuerpo sin yo poder mantener el control. La ropa me temblaba en la mano. Parecía un flan.
-Mira rubia – hizo una pausa bastante larga. Sabía que estaba nerviosa y eso parecía divertirle. –Si te digo que te quedes en el coche – me aparto un mechón de pelo y lo coloco detrás de mi oreja – te quedas en el coche.
Me hizo girar sobre mi misma quedando totalmente expuesta ante él. Choque contra su pecho, pero me aparte lo más lejos que pude de su cuerpo. Nos separaban unos escasos centímetros, pero para mí, eran suficientes para crear una barrera invisible que le mantuviera lejos.
Saque toda la fuerza que pude para conseguir hablar.
-Si no te vas ahora mismo, llamaré a la policía.
"¡Pero como puedes ser tan lista y decir tantas tonterías!" Me regaño mi voz interior.
Nick rio por mis palabras.
"¿Y ahora qué, guapa? ¿Cómo pretendes llamar a la policía si te tiene atrapada?" En vez de reírte de mí podrías ayudarme a pensar en algo digo yo. Rechiste a la vocecita que no se callaba dentro de mi cabeza.
-Te aseguro, que lo último que quieres es tener problemas conmigo, Harried.
Me cambió la cara en cuestión de segundos. Escucharle pronunciar mi nombre me dejó helada.
A él pareció encantarle mi reacción. Se alejó de mí y se fue hacía la puerta.
El no tenerle tan cerca hizo que pudiera respirar de nuevo.
-Por cierto –dijo abriéndola – por tu bien, aléjate de Matt. – y se marchó sin decir nada más.
El corazón se me iba salir del pecho. Cogí la ropa y me senté sobre la cama.
Nunca, en la vida, había estado tan cerca de un chico. Y mucho menos de esta forma. Nicholas daba miedo, y más cuando se ponía en este plan. No le quería cerca. Olía a problemas a kilómetros.
Me hubiese gustado poder gritarle que ni de coña obedecería sus órdenes. Pero su voz, su contacto y sus palabras me habían dejado, literalmente, congelada.
Me vestí y me metí en la cama. Estaba súper cansada. No sabía que había pasado con Cat, pero ni siquiera era capaz de mantener los ojos abiertos.
Las palabras de Nick no desaparecían de mi cabeza.
"-Por tu bien, aléjate de Matt."
¿Qué querría decir con eso?
Desperté cuando un rayo de sol me dio de pleno en la cara. Me tape con la almohada y rodé sobre la cama para poder seguir durmiendo.
La puerta se abrió, y una despeinada y pálida Cat apareció de la nada con sus sandalias en las manos.
Me senté como un indio sobre la cama. Tenía muchas preguntas, pero sobre todo necesitaba saber si estaba bien o si necesitaba algo.
Ella no se dio ni cuenta de mis movimientos y se tiró sobre su cama.
-¿Cat, estas bien?
Mis palabras hicieron que se sobresaltara y se incorporara mirándome directamente. La verdad es que se la veía fatal.
-Vamos, no me mires así, ya estoy mejor. –Dijo poniendo una gran sonrisa.
-¿Dónde has estado? Se te ve realmente mal.
-Pareces mi madre Ri –dijo riendo. –me pase con el alcohol, pero te aseguro que no volverá a pasar.
Sus palabras no me convencieron en absoluto. Recordé la cara de Nick y de Matt. Seguro que a ellos también les había dicho eso más de una vez.
-Lo digo enserio, nunca había llegado a estar tan mal. –sentenció. Se levantó como pudo y se sentó junto a mí. –Si Nick no me hubiera sacado de esa fiesta... probablemente hubiera terminado en cualquier sitio medio muerta. –Así que la encontró.
Cat siguió hablando.
-Sé que te dije que era un imbécil,y ma mayor parte del tiempo lo es, pero me ha estado cuidando toda la noche. Si no llega a ser por él, me hubiera ahogado en mi propio vómito.
-Cat, eso es lo más asqueroso que he escuchado nunca. -Y realmente lo era, pero me tranquilizaba saber que había pasado la noche con el.
-Bueno, ¿y qué tal fue tu noche? –si tú supieras, pensé para mi. Al parecer, Nick no la había dicho nada y ya bastante avergonzada parecía como para encima decirla que yo también fui a buscarla.
-Bastante tranquila, no como la tuya.
Ambas reímos. Cat me preocupaba, quería creer sus palabras, pero no podía. Volvió a su cama y se tapó hasta arriba. Antes de volver a dormirme, Cat volvió a hablar.
-Por cierto, se enfadó muchísimo cuando vio que no estabas. – La mire con los ojos abiertos como platos.
-¿Cómo sabes que...?
-No lo sabía, pero lo supuse cuando llamo bastante alterado a Matt preguntando por ti. –Me guiño el ojo y desapareció entre las mantas.
Mierda. Por eso me había dicho que me mantuviera alejada de Matt.

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EUNONIA
Teen FictionAlgunas personas piensan que el futuro ya está escrito, da igual lo que hagas, lo que digas, las decisiones que tomes, todo pasa por algo. Quizás porque es necesario o porque es el momento. Al principio duele, notas que cada día estas más muerto, cu...