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Hello! Aquí Isita presente. ¿Todavía hay personitas esperando por esta historia? Espero que así sea, jsjjsjs. Apenas tengo tiempo para respirar con el estudio, y este capítulo se me dificultó un poco, por lo que demoré un poco más de la cuenta en traerlo. Lo sentí algo feillo a pesar de las correcciones, pero espero que al menos el avance de la historia compense uwu.

Si notan errores, lo de siempre, ya saben. Dejen su votito y comentario si les gusta <3.

Kisisss!

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—¡Levi, estás loco! ¡Alguien podría vernos!

—¿Quién va a estar en el cementerio a las tres de la mañana, Eren?

Viéndose completamente decidido, Levi levantó la pala que había llevado y, sin dudar, estocó con fuerza contra el borde de la cubierta de su tumba. Eren ahogó un grito de sorpresa, volviendo a su intento de hacerlo entrar en razón.

—Por favor, Levi, que llevo cinco meses muerto. ¿Cómo crees que va a estar mi cadáver? ¡Es una locura!

Levi hizo oídos sordos, ignorando su griterío desesperado, y continuó golpeando la cubierta hasta desprenderla de la tierra. Eren tembló sin saber exactamente por qué, en espera de que repitiera la acción para desencajarla por completo.

No obstante, en lugar de eso, Levi dejó la pala a un lado y caminó hacia él. Ambos pares de ojos se conectaron; tormenta invernal contra piedra preciosa.

—Sé lo que voy a encontrarme, no tienes que advertírmelo —le dijo en un tranquilizador tono de voz, a lo que Eren le dedicó una mirada llena de inseguridad—. No hace falta que mires, de eso me encargo yo. Tú no tienes que preocuparte de nada, mocoso, ¿está bien?

Eren apartó el rostro, las ganas de llorar atacándolo nuevamente. Aquello era tan horrible, tan torturoso. Cierto era que no quería que Levi pasara por una situación así, pero en parte él también estaba asustado. El plan era desenterrar su cuerpo para extraerle algo y probar suerte; si esta estaba de su lado, sus teorías serían ciertas y él podría salir mientras llevara consigo aquella extracción.

Aún así, a pesar de las ventajas que aquello podría otorgarles, Eren estaba en verdad aterrorizado: no quería ver en qué estado se hallaban sus restos. De seguro sería algo demasiado fuerte para su estabilidad emocional.

Sin esperar respuesta de su parte, Levi se agachó en el suelo y removió la cubierta con una fuerza admirable, dejando a la vista un largo rectángulo de tierra que, a diferencia del resto de la zona ricamente habitada por la flora, estaba despoblada. Tras eso, se puso de pie y tomó la pala de vuelta para comenzar a cavar.

Por lo mientras, buscando aplacar la inquietud que lo aquejaba, Eren se alejó un par de pasos y dirigió su mirada el cielo, donde las estrellas y una brillante luna menguante iluminaban los alrededores, dándoles un insignificante valor a las farolas. Cerró los ojos y se dejó llevar por la oscuridad, queriendo olvidar por un momento lo que estaba ocurriendo a pocos metros de su posición. Aunque el estado de paz mental que apenas logró alcanzar resultó tan corto como su propia vida cuando el ruido de Levi sacando tierra fue sustituido por el de la pala dando con algo sólido.

Eren tragó grueso: había llegado a su ataúd.

No quería mirar, en verdad no quería. Sin embargo, la curiosidad en sí misma era algo sumamente curioso debido a su gran poder sobre el ser humano, por lo que terminó abriendo los ojos y se acercó lentamente la escena. Levi, que había soltado otra vez la pala, se puso de rodillas y tomó una profunda bocanada de aire. Antes de proceder, lo cuestionó con la mirada.

Con una valentía que para nada sentía, él asintió, apretando ambas manos en un puño para que dejasen de temblar.

El resto fue cosa de pocas palabras: el ataúd fue abierto, Eren se arrepintió profundamente de haber mirando y Levi acabó vomitando a un costado en sus intentos de meter una mano.

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Connecting with Death ░ RiRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora