Lucha de poderes en la comida

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"Las invitaciones, las bolsas con los regalos y el champán. Es lo único que nos queda por hacer" dijo
Blair.

Tomó una rodaja de pepino de su plato y la mordisqueó, pensativa

" Kate Spade es quien se encarga
de las bolsas de regalo, pero, no sé... ¿no les parece que Kate Spade es muy aburrida?"

"Creo que Kate Spade es perfecta" dijo Isabel, recogiéndose el cabello en un moño en lo alto de la cabeza "¿Sabes?, piensa en lo genial que es tener un
bolso negro ahora en vez de todos esos diseños de pieles animales y toda esa mierda que tiene todo el mundo. Es como... super vulgar, ¿no?"

"Totalmente de acuerdo" asintió Blair con la cabeza.

"¡Eh! ¿Y mi abrigo de piel de leopardo?" dijo Kati, con aspecto dolido.

"Sí, pero ésa es piel de leopardo verdadera" razonó Blair "Nada que ver"

Las tres chicas se hallaban en el comedor del Constance hablando de la próxima fiesta de caridad del
"Beso en los Labios" para recolectar fondos para la Fundación del Halcón Peregrino de Central Park. Blair
era la presidenta de la comisión organizadora, por supuesto.

"Pobres pájaros" suspiró, como si los malditos pájaros le importasen "Quiero que la fiesta salga ideal" dijo "Ustedes vendrán a mi reunión mañana, ¿verdad?"

"Por supuesto" dijo Isabel "¿Y Serena? ¿Le has dicho algo de la fiesta? ¿Va a ayudar?"

Blair la miró sin comprender.

Kati frunció su naricilla respingona y le dio un codazo a Isabel.

"Seguro que Serena está ocupadísima, ¿sabes?, con los problemas que tiene encima. Todos esos problemas.
No tendrá tiempo para ayudarnos" dijo, con una mueca irónica.

Blair se encogió de hombros. En el otro extremo del comedor, Serena se incorporaba a la cola de la comida. Vió
a Blair enseguida y le sonrió, saludándola con la mano,
como diciendo: "¡Enseguida estoy allí!".

Blair pestañeó, simulando haberse olvidado de ponerse las lentillas.

Serena deslizó su bandeja por el mostrador de metal y eligió un yogur de limón. Se saltó toda la parte de
comida caliente hasta llegar a la zona de bebidas calientes, donde se llenó una taza de agua hirviendo y le añadió una bolsita de té Lipton, una rodajita de limón y puso una bolsita de azúcar en el platillo. Luego llevó la bandeja hasta la parte de las ensaladas y llenó un plato con lechuga trocadero y se sirvió aliño de queso azul. Habría preferido un sandwich tostado de jamón y queso en la Gare du Nord de París, y comerlo deprisa y corriendo antes de subirse al tren a Londres, pero aquella comida era casi igual de buena. Era la misma comida que había comido en el Constance a diario desde sexto. Blair siempre pedía lo mismo también. Lo llamaban "el plato de dieta".

Blair la miró tomando la ensalada, temiendo el momento en que Serena se sentase a su lado en todo su esplendor e intentase que volvieran a ser amigas.

Puaj.

"Hola, chicas" dijo Serena, sentándose junto a Blair y esbozando una radiante sonrisa.

"Como en los viejos tiempos, ¿no?" rió, quitándole la tapa al yogur.
Los puños de la camisa vieja de su hermano estaban deshilachados y las hebras se le metieron en el suero del
yogur.

"Hola, Serena" dijeron Kati e Isabel al unísono.

Blair miró a Serena y elevó las comisuras de sus brillantes labios. Fué casi una sonrisa.

Serena revolvió el yogur e indicó con un gesto de su cabeza la bandeja de Blair, que mostraba restos de un bagel de queso crema y pepino.

"Supongo que has superado 'el plato de dieta' " observó.

"Supongo" dijo Blair. Apretó un trozo de queso crema con la servilleta, mirando perpleja los puños gastados de la camisa de Serena. Usar la camisa vieja de tu hermano en noveno o décimo estaba genial, ¿pero ahora?. Le daba asco.

"Así que tengo un horario que es una mierda" decía Serena, chupando la cucharilla "No coincido en
ninguna clase con ustedes".

"Ejem, eso es porque no has tomado ninguna de las
Avanzadas" observó Kati.

"Tienes suerte" suspiró Isabel "Yo tengo tanto que hacer que ni siquiera tengo tiempo para dormir"

"Bueno, al menos eso me dejará más tiempo para ir a las fiestas" dijo Serena.
Le dió un codazo a Blair "¿Qué hay este mes, por cierto? Me siento totalmente
descolgada de todo"

Blair se enderezó y cogió su bebida, pero no le quedaba agua que beber. Sabía que debía decirle a Serena lo
de la fiesta del "Beso en los Labios" y ver en qué podría colaborar Serena y lo divertido que resultaría todo. Pero algo le impedía hacerlo. Serena estaba descolgada, desde luego y Blair quería que siguiera estándolo.

"Ha estado bastante soso todo. La verdad es que no hay demasiadas cosas hasta Navidad" mintió, lanzándoles una mirada de advertencia a Kati e Isabel.

"¿De veras?" dijo Serena, desilusionada "Entonces, ¿qué les parece esta noche? ¿Quieren que vayamos a algún lado?"

Blair miró a sus amigas. Ella estaba dispuesta a salir, pero sólo era martes. Lo máximo que hacía los martes
por la noche era alquilar una película con Nate. De repente, se sintió vieja y aburrida. Tenía que venir Serena para hacerla sentir aburrida.

"Tengo un examen de Francés Avanzado mañana. Lo siento, Serena" dijo. Se puso de pie "Y ahora
tengo una reunión con Madame Rogers"

Serena frunció el ceño y comenzó a mordisquearse la uña del pulgar, un hábito que había tomado en el inter-
nado. "Ah. Entonces, quizá le dé un telefonazo a Nate. Seguro que sale conmigo" dijo.

Blair levantó su bandeja y se contuvo para no tirársela por la cabeza. "¡Apártate de él!", deseó gritar,
subiéndose de un salto a la mesa, como un guerrero ninja. "¡Jaiüiii, ya!".

"Hasta luego" dijo, marchándose con la espalda rígida.

Serena lanzó un suspiro y jugueteó con un trocito de lechuga.

Blair era un muermo. ¿Cuándo comenzarían a pasarlo bien? Elevó la mirada hacia Kati e Isabel,
esperanzada, pero ellas también se preparaban para marcharse.

"Tengo una estúpida reunión con el consejero de la universidad" dijo Kati.

"Y yo tengo que ir a la clase de Arte y guardar mi pintura" dijo Isabel.

"¿Antes de que alguien la vea?" bromeó Kati.

"Oh, calla" dijo Isabel.

Se pusieron de pie y tomaron sus bandejas.

"Me alegro de que estés de vuelta, Serena" dijo Kati, con el tono de voz más falso que tenía.

"Sí" asintió Isabel "Yo también"

Y se marcharon.

Serena revolvió el yogur una y otra vez, preguntándose qué le había pasado a todo el mundo. Se comportaban de una forma de lo más extraña.

"¿Qué he hecho?", se preguntó, mordisqueándose la uña del pulgar nuevamente.

Buena pregunta.

Gossip girl #1- Cosas de ChicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora