Unattractive❌ (Ohmfluke)

Capitulo 16

Maratón
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Finalmente había llegado el momento que Fluke había estado esperando: el reencuentro con sus padres. Estaba en el aeropuerto junto a Prem, con los nervios a flor de piel, esperando verlos salir por el pasillo de desembarque.

Durante toda la mañana, Fluke se había ocupado de los preparativos para su llegada. Quería recibirlos con una comida preparada por él mismo, pero no se sentía con ánimo para cocinar; eso le traía recuerdos dolorosos que no estaba dispuesto a revivir. Este día era para su familia, y su padre y su madre debían ver una sonrisa en su rostro.

Llevaban ya 20 minutos esperando. Habían recibido la notificación de que el avión aterrizaría aproximadamente a las 3:00 pm y decidieron llegar media hora antes para estar seguros de que todo saldría bien.

—Prem, estoy nervioso. ¿Qué haré si me preguntan por Ohm? Tal vez esperan que él también esté aquí — preguntó Fluke, visiblemente preocupado.

—Les dirás que está ocupado con trabajo, que se disculpa y que en cuanto tenga libre, los recibirá — respondió Prem con calma.

—¿Y si hablan con él y se dan cuenta de que es una mentira? — Fluke estaba angustiado, temiendo cómo manejarían la situación.

—Si llegan a hablar con él, no les dirá nada de lo que está pasando — explicó Prem, tratando de tranquilizarlo.

—Eso es cierto, solo le importa ese maldito contrato... — La tristeza se reflejaba en los ojos de Fluke.

—Mantente firme. No pienses en eso. Recuerda lo que hablamos — aconsejó Prem.

Antes de que Fluke pudiera responder, escuchó la voz de su madre y levantó la vista. Vio a un hombre alto, de unos 1.80 metros, con un traje azul marino, y a una mujer un poco más baja, con un pantalón de vestir color café claro y una blusa blanca, acercarse hacia él.

En ese instante, todo lo demás desapareció. Fluke corrió hacia ellos, las lágrimas fluyendo libremente. Prem y Sunan, el empleado de la casa que los acompañaba para cargar las maletas, lo siguieron mientras Fluke se entregaba a este emotivo reencuentro..

Al llegar junto a los adultos, Fluke se colgó del cuello de su madre, dejando que la felicidad de tenerlos de nuevo a su lado lo invadiera, especialmente en estos momentos difíciles. Luego, hizo lo mismo con su padre, que lo rodeó por la espalda, brindándole consuelo.

—Los extrañé tanto —dijo Fluke al separarse de ambos, sus ojos aún húmedos.

—No llores, Fluki, aquí estamos ya —le respondió Frank, su voz llena de ternura.

—También te extrañamos, cariño. Ven acá —añadió Sara, acercándose de nuevo a Fluke y envolviéndolo en un abrazo cálido.

—Es un gusto verlos de nuevo, señores Siripongthon —saludó Prem, acercándose junto a Sunan.

—Nos alegra mucho estar aquí. Estamos rebosantes de felicidad al saber que finalmente estamos en nuestro hogar con todos nuestros seres queridos —respondió Frank.

—Y tú, Premie, ¿qué es esto? ¿No vas a saludarme bien? —se quejó Sara con una sonrisa, abriendo los brazos.

Prem se acercó y se fundió en un abrazo lleno de cariño con Sara. No era sorprendente, considerando que, al igual que Marian era una segunda madre para Fluke, Sara lo era para Prem. Las dos mujeres habían sido amigas desde la primaria y eran inseparables. Por eso, no era raro que sus hijos también hubieran seguido sus pasos y crecido juntos.

Después de los saludos y bienvenidas, todos se dirigieron al coche que estaba estacionado fuera del aeropuerto. Subieron el equipaje y se acomodaron en sus asientos. Fluke no se separó de Sara en ningún momento; deseaba estar cerca de ella siempre.