anime; la vida desastrosa de saiki k. tw; curación, gato, corto
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Así que tal vez esto fue una mala idea.
Kusuo ha determinado que lo que estaba haciendo no era muy característico de él.
Un suave ronroneó salió de su garganta cuando te cio acercarte. ¡El plan era simple, conciso, genial incluso! Aunque no estaba seguro de cómo ganaría tu afecto por él como como persona, esta fue una buena escapada para llamar egoístamente tu atención.
Usar tu amor por los gatos para su propio beneficio parecía un movimiento baboso por todos los medios, pero ¿qué más se suponía que debía hacer? No hay forma de que este plan no funcione. Ha visto con sus propios ojos lo aficionado que eres a los gatos. Siempre encontrando alguna manera de alimentar a los perros callejeros o llevar un gato al azar a casa. Sabía que eras un tipo gato.
Abrió tu mochila una vez y encontró un gato dentro. No un gatito, un gato adulto y completo. Naturalmente, se encargo de acercarse lo más posible a ti y, al mismo tiempo, explotar tu amor por los gatos. Rápido y fácil.
Ronroneó más fuerte para tratar de llamar tu atención.
Al escuchar sus intentos desesperados por enfatizar su presencia, te detuviste. Podía ver las estrellas en tus ojos mientras te agachabas, dejando caer tu bolso para ver más de cerca. ❝¡Aww! ¡Hola, pequeño!❞ Extendiste la mano para sostenerla sobre tu cabeza, pidiendo permiso en silencio para acariciarlo.
Se movió hacia arriba, golpeando tu palma con la parte superior de su cabeza. En la confirmación, comenzaste a frotarle la cabeza. ❝¿Qué estás haciendo solo aquí?❞ Miraste a tu alrededor confundido ❝¿No tienes una familia o algo así?❞
Saiki se congeló por un momento antes de sacudir la cabeza ligeramente, poniéndose de pie y empujando su cabeza contra tu palma con más fuerza. Iba s aprovechar esta experiencia al máximo. Te reíste, frotando desde su cabeza hasta su cuello. ❝Está bien, está bien❞ Te reíste de nuevo.
❝Realmente eres bastante lindo❞ Tu mano se abrió pasó detrás de su oreja, rascando el suave pelaje blanco. Kusuo ronroneó satisfecho. Se inclinó hacia adelante, solo para casi caerse cuando retiraste la mano y te pusiste de pie. ❝Tengo que ir a la escuela, pequeño❞ Dejaste escapar un suspiro, estirando los brazos por encima de tu cabeza. ❝Nos vemos en algún momento❞ Le sonreíste con un gesto.
Te vio partir, algo abatido porque no podía alargarlo más.
Ahora que parecía humano de nuevo, Kusuo te vio alejarte hasta que no pudo ver más silueta. Permitió que una pequeña sonrisa se abriera paso en su rostro, la mano se deslizó hasta la parte superior de su cabeza donde tenía más menos caricia.
