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Los dos habían recibido una llamada tuya, Ran pensó que era para ver cómo estaban hasta que te escuchó sollozar desde el otro lado del teléfono.
❝¿Qué ocurre?❞ Ran preguntó, preguntándose por qué estabas llorando.
❝¿Me pueden recoger... por favor...? Estoy en una gasolinera cercana❞ Preguntaste, tu voz ligeramente apagada y sonaba como si fueras a empezar a sollozar justo entonces y allí.
❝Está bien, estaremos allí pronto, te amo, adiós❞ Ran dijo antes de colgar y rápidamente agarró las llaves de su auto haciendo que Rindou lo mirara confundido. ❝¿Y a dónde vas tú de todas las personas?❞ Rindou preguntó con una ceja levantada.
❝Voy a recoger a (M/n). Por alguna razón, dijo que estaba en la estación de servicio cercana❞ ❝Bueno, yo también voy❞ Y así, los dos Haitani condujeron a la estación de servicio y lo vieron sentado en la acera sosteniendo algo en sus manos que estaba envuelto en tela, un par de maletas y bolsos justo a su lado.
❝¡(M/n)!❞ Ran gritó llamando tu atención. Se te ilumina la cara al ver a tus hermanos después de tanto tiempo.
Los dos salieron del auto y se dirigieron hacia ti. ❝¡Ha pasado una eternidad desde la última vez que te vi!❞ Dijiste con una suave sonrisa y besaste las mejillas de ambos.
Rindou miró lo que tenía en los brazos y se dio cuenta de que era un bebé, lo que hizo que sus ojos se abrieran de par en par. ❝¿Desde cuándo tienes un hijo?❞ Preguntó. Ran miró tus brazos haciendo que sus ojos también se abrieran.
❝No hace mucho en realidad. Tiene un par de semanas...❞ Les dijiste y observaste a la recién nacida dormida agarrada a tu dedo como si su vida dependiera de ello.
❝Espera, ¿ahora soy un tío? ¡¡Siiiiii!!❞ Ran vitoreó haciéndote reír y Rindou enfrenta la palma de la mano. ❝¿Y qué hay de tu novio? ¿Cómo está?❞ Rindou preguntó y tu sonrisa se convirtió en un ceño fruncido que se profundizó.
❝Yo... no quiero hablar de eso. Todo lo que puedo decirte es que me fui porque no quería que mi cachorro creciera en un entorno a su alrededor❞ Dijiste y podías sentir que las lágrimas comenzaban a formarse y quemaban un poco tus ojos.
Los dos ya entendieron la pista.
❝¡No me digas que puso sus manos sucias sobre ti (M/n)!❞
❝Ran..❞
❝Te juro que la próxima vez que lo vea voy a...❞
❝Ran...!❞
Levantaste la voz haciendo que el macho dejara de hablar.
La bebé también se había despertado por tu grito haciéndola llorar fuerte.
❝Oh, cielos... lo siento papá, dulce corazón... por favor no llores... shhh shhh...❞ La hiciste callar y la acunaste cerca de tu cuerpo antes de darle pequeños besos en su cabecita, lo que finalmente la tranquilizó. La dejó balbuceando y mirando a su alrededor.
❝¿Qué tal si nos vamos a casa y te instalamos y luego puedes explicar todo desde allí?❞ Rindou dijo mientras frotaba tu espalda y asentías.
❝¡Hola, pequeña! ¡Es tu tío Ran! ~❞ Ran le dijo al bebé mientras hacía muecas divertidas solo para no obtener una reacción de ella haciéndolo enfurruñarse. ❝Creo que ese bebé está roto❞ Ran resopló haciendo que tú y Rindou pusieran los ojos en blanco, lo que la hizo reír.
❝¡¿Qué?! ¡¡Así no es justo!!❞
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