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❝¡Ten una cita conmigo!... ¡Por favor!❞
Te diste la vuelta, con los brazos llenos de pelotas de voleibol. Hinata estaba frente a ti, inclinado en un ángulo de noventa grados con los brazos extendidos y las manos entrelazadas alrededor de la base de un ramo.
❝Perdón, ¿qué?❞
Todo el gimnasio estaba en silencio. Todos los miraron a ustedes dos; Hinata, que parecía que iba a llorar, y tú, que parecías tan confundido como un muñeco de nieve en verano.
Y luego Tanaka y Nishinoya comenzaron a reírse.
Si no fuera por tu estado de confusión, les habrías dicho que se callaran. Pero estabas demasiado confundido para siquiera pensar en un comentario sarcástico para regañarlos.
Kiyoko te quitó las pelotas de voleibol. Le diste las gracias y tomaste el ramo de las manos de hinata. Te miró con ojos vidriosos, sus mejillas rojas.
Ahuecaste su rostro y lo empujaste en un beso rápido. ❝Me encantaría tener una cita contigo, Sho❞
Ahora era el turno de hinata de estar confundido. Pero duró muy poco ya que escapó de tu alcance y comenzó a bailar alrededor del gimnasio para celebrarlo. Las mandíbulas de Tanaka y Nishinoya cayeron mientras miraban a la hinata bailando y a ti, una mano en tu cadera mientras que la otra que sostenía el ramo estaba a tu lado.
❝No entiendo cómo están sorprendidos❞ Le dijiste a Kiyoko y Yachi mientras volvías a empacar ❝Sho y yo hemos estado saliendo durante tres meses❞
