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1 de septiembre de 2006. Hogwarts.

- Buenos días profesora Mcgonagall.- Saludó Neville entrando en el castillo.

- Buenos días Longbottom. ¿Nervioso?

- Un poco, no le voy a engañar.

- Lo hará bien. Ah y, Neville, Ya no soy profesora. Puede llamarme Minerva.

- Me va a costar hacerlo.- respondió con una sonrisa, las costumbres son difíciles de quitar y llamar a la profesora Mcgonagall por su nombre era algo que no le sonaba bien.

- Bueno, hoy no tendrás que hacer demasiado, el castillo está listo para la llegada de los alumnos esta noche. Puede ir instalándose en su despacho. La profesora Sprout solía dormir en el pero imagino que usted volverá a casa cada fin de jornada.

- Imagina bien, prefiero seguir durmiendo en casa con mi mujer.

- Pues entonces perfecto, he hecho que conecten la chimenea de su nuevo despacho con la chimenea de su casa y del Caldero chorreante, así no tendrá que aparecerse en Hogsmeade ni salir de los terrenos cada día para desaparecerse.

- Eso es fantástico, profesora, gracias.- dijo haciendo sonreír a Mcgonagall por volver a usar el término "profesora".

- Filch.- Dijo Minerva llamando al conserje.- Filch por favor acompañe al profesor Longbottom a su nuevo despacho, el que antes era de la profesora Sprout.

- Hola Flich, ¿Como está?.- Neville vio que seguía como siempre, viejo, malumorado y gruñón.

- Cuando pensaba que ya me había librado de todos estos va y vuelve... - dijo el conserje sin ocultar su antipatía por Neville.

- Filch, Neville es ahora el nuevo profesor de Herbología de este colegio así que, por favor, téngale respeto.- le regañó ella.

- Si señora directora. Por aquí... Profesor- dijo el conserje apretando los dientes.

Neville se despidió de Minerva y siguió los pasos del conserje. Nada más llegar a la puerta se les unió un gato de ojos amarillos que miró a Neville con cara de pocos amigos.

- Señora Norris, cuanto tiempo.- Dijo Neville.

- No es la Señora Norris.- Bramó el conserje siguiendo su camino hacia los invernaderos.- Mi querida gata pasó a mejor vida hace años. Esta es la señora Dolly.

- Vaya, lo siento Filch, no lo sabía.

Argus Filch gruñó a modo de respuesta y siguió andando hasta alcanzar los invernaderos. Allí, abrió una puerta y dejó pasar a Neville.

- Ahí tiene su despacho profesor Longbottom. Le deseo que en su etapa como profesor se encuentre a unos alumnos igual de gamberros y salvajes que fueron usted y sus amigos.

- Gracias Filch, sigue usted tan amable como recordaba.

Filch sonrió de manera siniestra dejando ver sus feos y renegridos dientes y se marchó por donde había venido dejando a Neville instalándose en su nuevo despacho.

*************

- Hola Neville ¿Ya te has instalado? Mcgonagall me dijo que estarías en tu nuevo despacho.- Rubeus Hagrid se encontraba a mitad de camino entre su cabaña y el castillo.

Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora