13

29 10 0
                                    

Los profesores entraron de nuevo al Gran Comedor. Allí seguían Irvin y Alexander, igual de serios que cuando los dejaron.

- Bien se acabó la broma señores ¿Donde está Madison Avery?.- Dijo Minerva. Los chicos permanecieron con las cabezas agachadas.- Sabemos lo del robo del boggart, sabemos que intentasteis robar en el armario de pociones y sabemos que la llevasteis hasta el bosque prohibido. ¿Donde está?.- Preguntó Minerva alzando la voz. Los chicos siguieron igual de impasibles.

- Vale, se acabó Alexander, sabemos que fuiste tú quien ideó el plan. Ahora mismo miembros de la oficina de aurores vienen de camino, lo que has hecho es muy grave y tú te llevarás el cargo más grave.- Dijo John mirando fijamente a Alexander.

- ¿QUÉ? ¡NO! ¡NO FUE IDEA MÍA!.- dijo Alexander asustado.- Fue idea de Irvin, lo juro.

- ¡Callate chivato de mierda!.- intervino Irvin.

- Cuide ese lenguaje señor Dunn.- Dijo Minerva.- Señor O'Sullivan ¿Que han hecho con la señorita Avery? ¿Como la llevaron hasta el bosque?

- La llevamos al bosque haciendola creer que había una cría de unicornio, Irvin le lanzó varios hechizos de confusión y luego le dimos la caja con el boggart. Después nos marchamos.

- El profesor Hagrid ha buscado en el bosque prohibido, hay centauros buscando por todo el bosque, nadie ha visto nada.- dijo Neville.

- Eso es porque...

- ¿Por qué, Alexander?.- preguntó John.

- Irvin puso hechizos de protección para que no se la viera.

- ¡CÁLLATE! ¿QUIERES QUE LA ENCUENTREN? ¿QUIERES QUE VUELVA? NI SIQUIERA DEBERÍAN HABERLA ADMITIDO EN HOGWARTS. MIS ABUELOS MURIERON POR CULPA DE SU FAMILIA, UN MONTÓN DE GENTE MURIÓ POR CULPA DE SU FAMILIA. ¡SON MORTIFAGOS!

- ¡Irvin basta!.- dijo Neville.- Acabamos con todos, los que no murieron cumple condena en Azkaban, no hay mortifagos sueltos. Que Madison se apellide Avery no significa que provenga de esa familia de mortifagos. ¿Sabes que en Canadá hubo un mago llamado Wallace Dunn que mató a más de doscientos muggles? ¿Debemos deducir entonces que tú eres familia de ese hombre y que por tanto odias a los muggles?

- No.- contestó el chico.

- Diganos donde está Madison, señor Dunn. Llevenos hasta ella.- pidió Mcgonagall.

******

Los chicos llevaron a los profesores hasta la linde del bosque prohibido. Hagrid, se unió a ellos, era quien mejor conocía el bosque prohibido.

- Por aquí entramos.- dijo Alexander.

- Bien, ustedes delante.- dijo Mcgonagall señalando el bosque.

Se adentraron en el bosque prohibido y estuvieron andando al menos una hora.

- ¿Aún más?.- preguntó Neville.

- No está, ¿No lo ataste bien?.- le susurró Irvin a Alexander.

- Claro que lo até bien, igual nos hemos equivocado en algún desvío.- le respondió Alex en un susurro.

- No, recuerdo bien el camino. A partir de aquí todo era igual, por eso te dije que ataras la cinta.

- ¿Que es lo que pasa chicos?.- preguntó John.

- Pusimos una señal, pero ya no está.- contestó Alexander.

- ¿Y no será que se han equivocado de camino?.- preguntó Minerva.

- No, era por aquí, estoy seguro.- dijo Irvin.- Pero aquí el camión empieza a ser igual, todas las desviaciones se parecen, por eso le dije a Alex que pusiera una cinta en el camino correcto.

- ¿Habéis puesto alguna otra señal?.- preguntó Hagrid.

- Sí, pusimos otra cinta en el claro dónde la dejamos.- contestó Alexander.

- Bien, entonces hay que separarse. Profesora Vector, usted conmigo por la izquierda. Profesora Mcgonagall, profesor Flitwick, usted y uno de los chicos por el camino del centro. Neville, tu y John con el otro chico por la derecha.

- De acuerdo, si alguno encuentra algo que lance chispas rojas.- dijo Mcgonagall.

Cada grupo de dirigió al camino asignado. Irvin iba con Neville y John. El chico parecía empezar a arrepentirse de lo que había hecho.

- ¿Madison no es de esos Avery?.- preguntó.

- No Irvin, aquellos Avery murieron en la Batalla de Hogwarts, el único que sobrevivió está en Azkaban, no se casó ni tuvo descansencia, y te aseguro que en su estado es imposible que pueda idear nada.- le contestó Neville.

- Mis abuelos eran buenas personas, tenían un herbolario de plantas mágicas, no le hacían daño a nadie... No pude conocerles por culpa de un mortifago llamado Avery.

- Es horrible Irvin, pero no puedes hacer este tipo de cosas. Esto no es como encerrar a la gata de Filch en las mazmorras, esto es mucho más grave. La vida de Madison corre peligro, el bosque es peligroso.- dijo John.

- ¿Me van a expulsar?

- Eso es cosa de la directora, pero la expulsión es lo más leve que os puede pasar. Tus padres y los de tus amigos están de camino.- le contestó John.

- ¿De verdad vienen los aurores?

- No, pero puede que haya que dar parte al ministerio de lo que ha pasado esta noche y puede que los padres de Madison quieran denunciar.- respondió Neville.

- Es aquí.- dijo el chico señalando una cinta atada a un árbol.- Madison está delante de ese árbol, los encantamientos la ocultan.

- ¡Finite!.- Neville y John lanzaron el hechizo a la vez. Los hechizos protectores de los chicos empezaron a desvanecerse, y allí estaba Madison, encogida, llorando y gritando por el miedo que le provocaba un enorme lethifold.

- ¡Riddikulus!.- dijo John apuntando al lethifold. El boggart cambió de forma convirtiéndose en un balón de fútbol desinflado.

- Madison... Hola, tranquila, ya está, estás a salvo.- dijo Neville abrazándola.

- Vermillious.- dijo John lanzando chispas rojas al aire.

- Vamos Madison, volvamos al castillo.- Madison temblaba tanto que era incapaz de moverse y Neville tuvo que cogerla en brazos.

- Vamos Irvin.- dijo John.

- Lo siento mucho Madi.- Dijo Irvin llorando. Madison escondió la cara entre sus manos.

Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora