Capítulo 12

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Matías, necesitaba hablar contigo — dijo Víctor — es sobre el torneo.

¿Ocurrío algo malo? — pregunté con algo de preocupación —

No tan malo, pero si es malo — respondió mientras me hacía una seña para que fueramos a sentarnos — mira, acabo de enterarme que los partidos no se realizaran este año, sino el año que viene...

Bueno... ¿Y cuál es el problema? — pregunté confuso —

El problema está en que supuestamente suspendieron los juegos porque algunos árbitros estaban ocupados para la fecha que correspondían a los encuentros, y según se rumorea que los de la UIC tienen algo que ver, además el torneo como tal se hará en su campus, según cuentan los directivos, su cancha es la mejor.

¿Y qué sugieres que haga? — le pregunto un poco desorientado del tema —

Pues, esperaba un consejo tuyo, soy el capitan del equipo, pero el que más piensa del equipo eres tú — dice al colocar su mano en mi hombro — tu capacidad para planificar las cosas es tan buena que puedes asegurar una victoria antes de empezar a jugar, necesito tu opinión.

Me halagas, pero no te gustará la respuesta — le digo al mirarlo, pero noto seria preocupación en su rostro — verás, no estoy en mis cabales del todo, ya sabes hace unas 3 semanas llegó Laura a decir todo eso y removió lo que pensé estaba guardado, tras eso Verónica aun no me quiere hablar, no sé que le ocurre... también tengo a Vanessa atrás haciendo cuanta cosa para que no pase tiempo con Rubí, ayer fue a mi casa a ofrecerme que pasáramos toda la noche, cosa que no quise hacer porque todo puede complicarse más... así que mi salida a el problema de los juegos, es esperar un poco, sino, simplemente no nos presentemos...

¿Estás consciente de que si no nos presentamos dejaremos a la universidad en ridículo? — dijo mientras se levantaba del lugar en donde estaba — es una locura, no podemos hacer eso.

Entonces esperemos, enviaré a Gregori para que nos ayude a obtener alguna información, por suerte él estudia Psicología allí, no será tan difícil — le digo mientras me levanto para estirarme — ¿Alguna otra duda?

De hecho sí — dice tras dudar un poco — verás desde hace unas semanas vengo teniendo problemas con Diana...

Dejame adivinar, ¿Ya no te hace caso? ¿Crees que perdió el interés por ti?...

Sí, ¿Como lo sabes? — dice mientras me mira con desconfianza —

Antes de que llegues a pensar algo que no es, dejame aclararte que no ando tras ella, estoy loco con mis problemas como para buscar otro — digo con serenidad mientras me siento a su lado — verás, noté como hace unos días cuando le diste un chocolate o que se yo, ella estaba un poco aburrida...

¿Por qué no me dijiste nada? — protestó —

Porque no puedo meterme en la vida de los demás sin autorización... el caso es que, estás yendo por un camino algo erroneo.

¿Como? ¿Dices que no sé coquetear? — dijo dejando salir algo de rabia —

No del todo... verás, respondeme con sinceridad, exactamente ¿Que haces para "conquistarla"? — le pregunté aunque ya tenía una que otra idea de lo que hacía —

Pues, lo normal — dijo divagando un poco, como queriendo buscar una palabra más específica — lo que todo el mundo hace cuando le gusta una persona, soy detallista, le presto atención, le hago cumplidos... ya sabes.

Me temía que dijeras eso, aunque sí me lo imaginé... verás estás cometiendo un gran error — le dije mientras negaba con la cabeza y colocaba mi mano en su hombro — mira, he aprendido algo estos últimos meses, a las mujeres no se les puede dar mucha atención al menon en los primeros días de cortejo...

Aquello Que Oculta El DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora