Geto había muerto, sus profesores y conocidos lo asimilaron. Excepto un albino de ojos azules y una castaña de ojos marrones. Sus compañeros de grupo sufrían su perdida.
Especialmente Gojo, fue el último en estar al lado de Suguru. Fue quien lo vio dar su último aliento, quien lo vio morir, se sentía culpable y la tristeza lo inundaba. Estaba entrando en una mala situación, una en la que se quedaría atrapado para siempre si no dejaba salir todo lo que sentía.
Necesitaba sacar toda su tristeza, enojo, culpabilidad y desesperación. Debía desahogarse pero estaba solo o eso lo hacia pensar la situación en la que se encontraba ya que no estaba solo, nunca lo estuvo.
Cuando Shoko recibió la noticia el sentimiento de tristeza fue inevitable, Geto fue su compañero durante todos sus años de estudiante. Lo conocía desde hace mucho tiempo, los tres eran inseparables, vivieron muchas aventuras, momentos divertidos y tristes.
Pero Ieri sabía que alguien la estaba pasando peor, esa persona estaría siendo gobernado por la tristeza y todo lo que conlleva. Esa persona era Gojo Satoru, los demás no lo sabrían pero ella si, conocía al de ojos azules desde hace bastante años, Shoko podía deducir con seguridad la situación en la que Satoru estaba.
Estaría reprochando y maldiciendose así mismo por no haberlo salvado, lo supo con exactitud cuando Yaga le informo que el albino fue quien reporto la muerte de Geto. Shoko chasqueo los dientes con angustia y fatiga.
La preocupación llegó está vez a la de ojos marrones, temía por Gojo y lo que este pudiera llegar a hacerse a si mismo. Debía encontrarlo, corroborar su situación. Afortunadamente Ieri conocía los lugares que el de los seis ojos acostumbraba recurrir, solo Suguru y ella conocían dichos sitios, ahora ella era la única.
Tal como Shoko sospechaba Gojo se encontraba sentado en las escaleras de la plaza de entrenamiento del colegio. Mantenía sus vendas en su mano derecha dejando sus ojos descubiertos pero estos no eran brillantes y divertidos como normalmente serían.
Eran apagados, tristes y sin una pizca de brillo, el corazón de Gojo estaba lleno de tristeza y ira
— Satoru ! — dijo Shoko en voz alta mientras corría hacia el albino
El nombrado levanto ligeramente su vista hacia Ieri quien sintió su corazón arder al ver la mirada triste del más alto. Una punzada de dolor se clavo en el pecho de la castaña
— Eres tu Shoko — dijo Gojo con un tono de voz que solo aquellos cercanos a el podían entender.
Solo las personas cercanas a el podrían saber con exactitud cuan mal se encontraba y esa única persona era Ieri.
La chica frunció el ceño con tristeza y preocupación, camino hasta las escaleras seguido de colocarse frente a el. Iba a decir algo pero fue interrumpida— No debes preocuparte, estoy bien — dijo Satoru enterrando su mirada en el suelo, estaba mal , sus pensamientos y culpabilidad lo estaban corcomiendo.
El mentir no sirvió de nada, podía ocultar sus sentimientos de todos pero no de Shoko, ella lo conocía mejor que cualquier otra persona. Tenía muchos años de conocerlo.
— Eres un maldito mentiroso, no estás para nada bien — lo dicho por Ieri hizo que el triste chamán abriera sus ojos impresionado
El albino levanto su mirada hacia la mujer frente a el, fingió una sonrisa en un intento de relajarla pero fue todo lo contrario
— Estoy bien — dijo Satoru con una dolorosa sonrisa, Shoko sintió como su corazón era estripado con una brutal fuerza
Si algo destestaba era ver a su animado y divertido Gojo triste, nunca antes se había sentido tan desesperada
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𝙈𝙮 𝙤𝙣𝙡𝙮 𝙡𝙤𝙫𝙚
Fanfiction𝘿𝙚𝙨𝙥𝙪é𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙂𝙚𝙩𝙤 𝙚𝙡 𝙩𝙚𝙣𝙚𝙧𝙨𝙚 𝙚𝙡 𝙪𝙣𝙤 𝙖𝙡 𝙤𝙩𝙧𝙤 𝙛𝙪𝙚 𝙨𝙪𝙛𝙞𝙘𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧 𝙨𝙖𝙣𝙖𝙧 𝙨𝙪𝙨 𝙝𝙚𝙧𝙞𝙙𝙖𝙨 𝙢á𝙨 𝙥𝙧𝙤𝙛𝙪𝙣𝙙𝙖𝙨 𝙮 𝙙𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙘𝙪𝙖𝙣𝙩𝙤 𝙨𝙚 �...