II

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El tiempo pasó increíblemente rápido desde aquel trágico día donde Geto murió. Los días concurrieron con bastante normalidad.

Shoko caminaba por los pasillos del colegio en dirección a la oficina de Yaga, esto era algo inusual por parte de su ex-maestro. Siempre que este necesitaba hablar con ella o Gojo lo hacia fuera de las instalaciones y hasta por teléfono.

La médico avanzaba mientras leía detenidamente los reportes más recientes sobre varias maldiciones con las que los de primero habían acabado. Estaba tan concentrada que no se percataba de su alrededor y de que cierto albino de metro noventa la observaba.

Yaga también cito la presencia de Gojo en su oficina, en palabras simples. Necesitaba a los antiguos compañeros de equipo de Suguru, el de ojos azules caminaba hacia la oficina de su ex-maestro cuando visualizo a Shoko.

El de los seis ojos se detuvo al verla, los recuerdos de aquel día donde lloro entre sus brazos hasta quedarse dormido llegaron a su mente. Tenia un conjunto de emociónes, su corazón latio inesperadamente fuerte.

Satoru se sentía feliz y tranquilo al saber que fue Shoko quien vio esa parte de el, su lado triste y melancólico. No sé mostraría de esa manera a nadie que no fuera ella. El más alto corrió hasta Ieri

— Shoooo — dijo de repente un animado Gojo detrás de Ieri

La chica dió un brinco exaltada, su concentración era tan intensa que no pudo sentirlo. Shoko se giró al instante topandose con Satoru quien le sonría.

— No me asustes así, harás que me de un infarto — dijo la medico sorprendida

Gojo sonrió ampliamente mostrando sus blancos dientes, Ieri se impresióno para después sonríer con tranquilidad al verlo. Se sentía feliz al ver al animado Gojo de siempre.

— Lo siento lo siento — se disculpo divertidamente el albino, Shoko correspondió con una cálida sonrisa.

— Yaga también te ha llamado? — pregunto Shoko, el asintio

— Entonces no perdamos más tiempo, no debemos hacerlo esperar — dijo Ieri seguido de girarse y empezar a caminar

— Oh, pero que suertuda eres. Este apuesto chico te acompañara — dijo el albino mientras ponía una mano sobre su pecho con mucho ego, el Gojo de siempre había vuelto

Shoko quien caminaba sonrió a través de los papeles contenta

— Apúrate apuesto chico — dijo la médico haciendo una seña con una de sus manos para que el chaman la alcanzara

Gojo acató sin dudar las indicaciones de Ieri, llegó hasta ella para ahora caminar al mismo ritmo

— Como te has sentido? — pregunto la castaña mientras caminaban

El sabía a lo que se refería, después de todo ella fue quien estuvo a su lado en un momento tan sensible para el como persona.

— Mucho mejor, todo gracias a ti — dijo Satoru con una pequeña sonrisa

La de ojos dormídos se sorprendió nuevamente, levanto su mirada de los papeles para dirigirla a el

— Que estás diciendo, no hice nada — dijo Shoko, Gojo nego con su cabeza

— Hiciste todo el trabajo, me salvaste — lo dicho por el chico la sorprendió aún más

— Ese día estaba realmente mal, al borde del colapso para ser exactos. Si no fuera por ti hubiera perdido la cordura — musitó Satoru

Nunca antes lo había escuchado hablar de esa manera, estaba más que impresionada.

— Satoru — dijo Shoko conmovida

𝙈𝙮 𝙤𝙣𝙡𝙮 𝙡𝙤𝙫𝙚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora