IV

3.1K 222 61
                                    

La navidad paso y el fin de año finalmente había llegado, los campos y techos del colegio de magia metropolitano de Tokio estaban cubiertos de nieve, Yaga organizo una pequeña fiesta para darle el último adiós al año y la bienvenida al siguiente.

Todos los alumnos y maestros acudieron a la celebración en el gran salón, Gojo vestía una camisa celeste enrollada hasta los codos junto a un pantalón negro de vestir y zapatos del mismo color, sin olvidar sus típicos lentes. El albino dejo los primeros tres botones de su camisa abiertos dejando mucho que imaginar a sus grandes fanáticas.

Todas morían por el apuesto y sexy profesor pero este no tenía cabeza para otra mujer que no fuera Shoko.

Satoru estaba un poco triste, sabía que Ieri no eran gran fanática de las fiestas. Pero sus ojos no dejaban de buscarla entre la multitud con la esperanza de encontrarla, el albino asistió al evento junto a Nanami, unos de sus amigos más queridos.

Obviamente el rubio había cedido ante la insistencia del albino, ambos eran hombres altos, esbeltos y atractivos así que las miradas estuvieron sobre ellos cuando entraron salón mientras robaban el aliento de una que otra alumna.

Nanami fue a buscar unas bebidas mientras Gojo esperaba en uno de los costados del salón, el más alto no dejaba de buscarla. Al no encontrarla Satoru empezaba a pensar que estaría profundamente dormida en su casa o laboratorio.

Mientras vagaba entre sus pensamientos  murmuros de la gente empezaron a llegar a sus oídos, al principio no le presto atención ya que pensó que se tratase de algo menor pero después de escuchar el nombre de la chica que tanto buscaba se incorporo

— No crees que la doctora Ieri es realmente hermosa? — dijo una estudiante

— Es verdad, es muy hermosa — dijo otra de las alumnas

Satoru quien las escuchaba estaba sorprendido, al ser tan alto pudo dirigír su vista hacia la dirección donde las alumnas miraban con facilidad.

Gojo jadeo sorprendido y sin siquiera darse cuenta de ello su corazón comenzó a latir rápidamente, Shoko estaba ahí

El albino abrió sus ojos como platos impresionado mientras era inundado por una gran felicidad al encontrarla, había quedado totalmente envelecido.

¿Es acaso una diosa?

Eran las palabras que corrían por la mente del de los seis ojos, Shoko vestía un hermoso vestido negro pegado a su cuerpo que dejaba ver todos los atributos que esta poseía, le llegaba hasta la mitad de los muslos y se cerraba detrás de su cuello dejando su espalda totalmente descubierta.Su largo cabello era recogido en un moño dejando ligeros mechones a los lados de su rostro.

Satoru estaba anonadado con su belleza pero el ver como de sus orejas colgaban los aretes que el le había dado se sintió rebosante de felicidad, este sonrió con sus mejillas ligeramente coloradas.

Nanami quien caminaba de regreso con dos copas de champán se percato que el albino miraba hacia cierta dirección con intensidad, el rubio llegó a su lado para después imitar su acción dándose cuenta que se trataba de Ieri.

Este giro su mirada hacia el de los ojos azules incrédulo, no podía creer que un estúpido mujeriego como Satoru fuera capaz de tener interés hacia una chica en específico.

— Satoru — dijo Nanami asustando a Gojo

Al albino dió un salto, estaba completamente hipnotizado por la castaña. No sé percato el momento en que su amigo había vuelto.

— Nanami! Me vas matar! — dijo Satoru

— Eso sería algo bueno — dijo Nanami mientras le pasaba su bebida al más alto

𝙈𝙮 𝙤𝙣𝙡𝙮 𝙡𝙤𝙫𝙚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora