¡ dieciocho !

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Jisung caminó a paso rápido hasta su casa sin la mínima intención de detenerse, se sentía demasiado avergonzado y expuesto. Hyunjin no tuvo que decirlo así, no frente a Jeongin, mucho menos al propio Minho.

Se quejó en voz baja, pensando en cómo haría para dar la cara al siguiente día.

- ¡Jisung!

Ni siquiera se giró, siguió buscando en su mochila las llaves de su casa hasta que las encontró, ignorándolo, no estaba listo para enfrentarlo tan de repente, todavía no.

- Jisung...

Suspiró con cansancio al sentirlo más cerca, cerró su mochila y la dejó a un lado de la puerta, dirigiendo su mirada al mayor que no cambiaba su expresión tan desesperada cuando sus ojos se encontraron.

- Ya lo sabía -dijo directamente y sin rodeos, confundiéndolo-. Sabía que estaba en medio de una absurda apuesta con todos tus tontos amigos.

- Yo no quise...

- Sólo quería que me lo dijeras, que fueras sincero a pesar de que no significó nada -agachó la mirada, dejando que la tristeza llenara su pecho de manera inevitable.

- No sabía cómo hacerlo... no quería hacerte daño -trató de acercarse, pero Han no se lo permitió.

- Imagino que no -sonrió débilmente, cansado-. Dile a tus amigos que ganaste y déjame en paz.

Minho no apartó la mirada del castaño, sintiendo su propio corazón romperse ante esas palabras. Aceptando lo mucho que Jisung le gustaba.

- A mí de verdad me gustas, Jisung -confesó-. No voy a mentirte, al inicio todo fue planeado, pero mientras más tiempo pasabamos juntos, yo-

- No -negó con la cabeza, interrumpiéndolo-. Realmente eres bueno mintiendo, y ahora que sé todo esto, no necesitas llevarlo más lejos. Tal vez les parezca divertido a ti y a tus amigos hacer este tipo de cosas, pero eso es caer muy bajo, demasiado para chicos de último año como ustedes.

Minho se mantuvo en silencio, dolido por la indiferente reacción a su confesión, y muy en el fondo sabía que había sido su culpa.

- Intenté seguirte la corriente porque también era divertido, pero terminé creyendo que era real... por eso puedes decirles que ganaste -siguió hablando ante el silencio del mayor.

Jisung, de manera indirecta, estaba confesando sus sentimientos, y aunque Lee parecía no asimilarlo del todo, no sería tan idiota de decirlo directamente, eso sólo significaría darle más razones para seguir humillándolo.

- Lo siento mucho, Jisung -dijo con honestidad, luciendo herido.

El castaño suspiró con tristeza, abrió la puerta con sus llaves y entró sin siquiera responder.

Por lo menos la mentira había terminado.

¡ ☁︎ !

Al día siguiente, Hyunjin llegó a la biblioteca con un perfecto discurso sobre cómo se disculparía con Jisung por lo que le hizo debido a su poco control. Desde que llegó, Han había sido bueno con él a pesar de que muchas veces se comportaba un tanto distante, incluso podía considerarlo como un gran amigo, y haberlo avergonzado con algo tan personal, lo hacía enfurecerse consigo mismo.

Miró la hora en el reloj de su muñeca, ansioso. Y como era costumbre, minutos antes de abrir la biblioteca, Jisung apareció a través de la puerta, luciendo cansado y distante. La culpa lo golpeó, olvidándose de todo lo que debía decirle, volviendo a sentirse idiota.

- Buenos días -saludó sin ánimos el menor, yendo directamente hacia los estantes de libros que debía acomodar, sin detenerse a mirar a Hyunjin.

- Jisung -lo llamó. El castaño se giró a mirarlo, expectante-. Jisung, de verdad no quise decir eso, es sólo que Minho me tenía cansado y no pensé en lo que dije. Lo siento mucho, no quise lastimarte.

- Sí, no debiste decirlo -estuvo de acuerdo, asintiendo-. Fue imprudente e impulsivo de tu parte. Pero está bien -suspiró, caminó hacia el escritorio para recostarse sobre este-. Estuve pensando sobre eso anoche y algún día tenía que terminar con todo de todas formas, ¿no? -rió a secas, escondido entre sus brazos.

- Si hay algo que pueda hacer...

- No te preocupes, todo se acabó, es mejor así, de verdad estoy bien -levantó la cabeza, soltando un sonoro suspiro. Claramente estaba mintiendo-. ¿Y tú? ¿Cómo vas con Jeongin?

- Está triste por lo de ustedes, y creo que también está decepcionado de mí.

- Bueno, esto es muy malo, de seguro tampoco hablará con Minho.

Hyunjin se encogió de hombros y se sentó a su lado, perdido y sin rumbo.

- Sólo quiero que Jeongin esté feliz de nuevo, Minho tiene razón, mis amigos acabaron con él y no pude evitarlo.

- ¿Te gusta, cierto?

Hwang asintió sin dudarlo, apartando la mirada con vergüenza.

- Entonces recúperalo.

- ¿Cómo hago eso? De por sí no he podido ni siquiera reparar lo que mis amigos hicieron, y ahora con lo de anoche... de seguro no querrá hablarme nunca más.

- Piensa un poco, Hwang -lo miró con obviedad-. Conocer a Jeongin no es difícil, el chico es un libro abierto de emociones y sé que lo sabes, deducir de qué manera podrías pedir perdón no es tan difícil.

Jisung tenía razón, Jeongin siempre fue muy directo con todo, nunca fue reservado en cuanto a sus gustos, y eso le dió una gran idea.

- Sé cómo hacerlo.

¡ ☁︎ !

Minho no dejó de insistir en la puerta de su mejor amigo. Muy temprano en la mañana, fue directamente a casa de los Yang para hablar con Jeongin, pero ya tenía rato tocando la puerta de su habitación que estaba cerrada con llave, y estaba seguro de que lo hizo para no dejarlo entrar a él en específico.

Sabía que el menor estaría muy molesto y decepcionado, nunca esperaría que él hiciera algo como eso a nadie, especialmente porque Jeongin solía ser demasiado bueno con las personas, y saber que había apostado algo tan grave con sus amigos, de seguro derrumbó toda la buena imagen que tenía de él, y eso terminaba decepcionándolo a sí mismo.

- Jeonginnie, sólo abre la puerta y hablemos.

- ¡No! -gritó desde el interior.

Minho suspiró sonaramente y se sentó frente a la puerta, tomando la decisión de hablar desde ahí si no lo dejaba entrar. Revolvió su cabello con un poco de frustración, sintiéndose todo en silencio.

- Sé que estás decepcionado de mí... fue mi error apostar algo tan estúpido sabiendo que eso involucra sentimientos.

- Fuiste un tonto muy grande, ¡eso no se hace! -volvió a regañarlo al otro lado, más cerca de la puerta- ¿Y si hubiera sido yo? ¿Te hubieras reído?

- No, hubiera matado al idiota... -volvió a suspirar- Me equivoqué, estoy consciente de eso.

- Díselo a Jisung, te dije que no le hicieras daño.

- Lo hice, pero él cree que sigo mintiendo -recargó la frente en la puerta, mirando sus manos-. Pero no lo hago, de verdad me gusta.

Unos segundos pasaron en total silencio, Jeongin abrió un poco la puerta, viendo a su amigo sentado en el suelo con la mirada agachada. Sintió un poco de tristeza por él, porque al parecer sí estaba muy arrepentido.

- Entra -dijo con voz neutra. Lee hizo caso de inmediato-. Debes convencerlo de que te gusta.

- No quiere ni verme.

- Bueno... tendrás que insistir un poco y, aunque sé que lo odias, tendrás que escuchar mis consejos.

- Ni hablar, tus consejos se basan en tus libros.

- Exactamente -sonrió ampliamente, haciéndose una idea en su cabeza de cómo se vería Minho actuando como todo un caballero-. No subestimes los poderes del cliché.

Minho aceptó dudoso, pero estaba dispuesto a intentar lo que fuera con tal de que Jisung volviera a hablarle.

── the library !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora