Tocando el cielo

Deseo (editada)

— ¡tae por dios! ¡Que hicimos!! ¡No puedo creer que hayamos hecho esa apuesta, están locos, como se les ocurre que iremos a ese lugar!!— ,

 jimin mejor amigo de tae, estaba entrando en pánico, jamás imagino que tendrían que hacer esa locura, todo por no dejarse menospreciar.

— ya Mimi, no podemos hacer nada, nos ganaron, no podemos quedar como mal perdedores, también me aterra la idea de tener que ir a ese lugar, pero eso nos pasa por confianzudos, solo tenemos que rogar a que nada nos pase, y pasar desapercibidos para no tener problemas, solo será un rato, luego nos iremos y jamás Mimi ¡jamás! Volveremos a ese lugar— .

O eso creían ellos, luego de ese día, nada volvería a ser lo mismo, pero eso ellos aún no lo saben.

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Tenían la primera clase del día, tae y jimin siempre fueron inseparables, desde niños jamás se separaron, tenían una vida planeada, estudiar la básica, preparatoria y luego la universidad juntos, incluso ambos decidieron estudiar diseño de modas para poder trabajar juntos y viajar juntos, sí, definitivamente eran inseparables.

Corte y diseño era la materia que más amaban, ya que podían explotar su imaginación, ese día la profesora lee los hizo pasar adelante para que explicaran su trabajo, aquel trabajo consistía en crear un modelo de vestido único, ellos bajo su amor por la moda, crearon el vestido más hermoso que nadie había visto jamás.

 Se trataba de un vestido ajustado corte sirena color ámbar, al costado del vestido tenía una transparencia de un tono más claro para resaltar, y la espalda era totalmente abierta con corte en V, todos quedaron alucinados con el diseño, incluso la maestra, que los califico con la mejor nota y eligiendo el vestido para presentarlo en una exposición que se haría al finalizar el semestre.

Jimin y tae estaban muy felices por su logro, lo disfrutaban solo ellos dos, ya que sabían que sus compañeros eran muy envidiosos y siempre intentaban malograr sus trabajos, pero para varios de sus compañeros eso había sido la gota que derramó el vaso, ya estaban cansados de que solo ellos sobresalieran en todo, y que nadie los considerará para una oportunidad como la exposición de final de semestre.

 Intentaron rebajar a los chicos, diciéndoles que ese traje solo se vería bien en gente común y corriente, que ningún diseño de ellos era tan bueno como para ser expuesto a grandes pasarelas o revistas de moda, jimin que era más altanero que tae no se dejó invalidar, ya que sabía cuánto esfuerzo habían puesto y cuantas noches en vela habían sacrificado para que ese vestido fuera un sueño para cualquiera. 

— ¡hay soobin, pobre soobin!— decía jimin — está claro que solo tienes envidia, sabes que jamás igualaras un diseño nuestro, no sabes brillar por ti mismo, lo único que crees que te sale bien, es querer opacar al resto, pero sabes algo, a nosotros no nos das miedo cariño, nosotros no le tememos a nada, sabemos lo que valemos, y el día que nuestros diseños sean vendidos en las grandes revistas y modelados por las mejores modelos del mundo, ese día bebé, juro que te restregaré en la cara nuestro éxito, lo juro soobin— .

Soobin era quien más le intentaba malograr el día, siempre tenía algo con que molestarlos, nada parecía hacerle gracia, todo para él estaba mal, era un chico con problemas, rebelde y de malos hábitos, jamás se dejaría menospreciar, menos por esos dos hijitos de papá, que lo único que tienen de bueno, es el dinero, porque si ante los ojos de soobin, tae y jimin no merecían nada de lo que tenían, ni la fama, ni el dinero ni esa hermosa amistad, ellos no merecían ser así, y él se encargaría de romper esa amistad, aunque sea lo último que haga.

Fue tanta la molestia de soobin que no dudo no un minuto en poner en marcha su plan.

— ¿dime jimin no le temen a nada? ¿A absolutamente nada?, porque unos hijitos de papá como Uds., le temen a todo incluso a que su esmalte de uñas no esté a juego con su look del día, no me hagas reír jimin, sin el dinero de sus familias ustedes no serían nada ni nadie, acéptenlo, lo que Uds. tienen se lo deben solo a sus apellidos, ustedes solo son las sombras de sus familias, les puedo apostar que jamás han ido a un lugar que no tenga las comodidades a las que están acostumbrados, ustedes no saben lo que es luchar para obtener el dinero del día a día!!—