BAILARIN [LawLu]

Deux: La mort.

Diez: La muerte.

Cuando apenas salió y fue a buscar a su familia, terminó topando primero con su padre. Luffy saltó hacia su mayor tan pronto como pudo verlo.

—¡Papá! ¡Estás aquí!—.

Sus brazos rodearon fuertemente su torso con miedo a soltarse. Restregó su rostro por su pecho mientras sonreía con la mayor cantidad de felicidad acumulada. Dragón revolvió su cabeza con cariño y luego lo envolvió con sus brazos, llenando a su hijo de seguridad.

—Fue precioso Luffy, estoy realmente orgulloso de ti. No tengo más palabras para expresar lo que siento.—

El bailarín no apartó su expresión, en cambio su rostro se enrojeció un poco más, dándose Dragón cuenta de esto casi al instante y haciendo que se separen sólo para ver si se encontraba bien.

—¿Acaso te exigiste demasiado? Déjame ver.—

Su lugar seguro agarró sus mejillas y las estiró con la intención de medir su temperatura y las segundas intenciones de molestarlo. Sabe que Luffy se molesta y entristece si te preocupas en exceso, como Dragón hacía, necesariamente.

—Estoy bien, papá, sólo estoy feliz de verte.— Apartado las manos de su padre de su rostro para después acariciar sus mejillas adoloridas. —¿Dónde están los demás?—

—El resto está en casa. Dije que se fueran.—

—Oh, está bien. ¡Quiero ver al abuelo y a Makino y a Shanks! ¡Regresemos rá——

Su pecho comenzó a doler de una manera realmente insoportable. Sintió su bilis tocar su garganta, de alguna manera sintiendo ganas de toser y vomitar al mismo tiempo. Abrió los ojos de sorpresa por las repentinas sensaciones pero intentó tragarse el dolor intentando manejar la situación por su cuenta. Lo que no pudo evitar es sentirse desfallecer cayendo sobre sus rodillas, con una sensación de temblor por todo el cuerpo.

Dragón acudió inmediatamente al notar algo extraño en su hijo, colocándose a su lado de rodillas para auxiliarlo de alguna manera.

La tos finalmente salió, colocando su mano enfrente de su boca. Cuando la alejó se sintió horrorizado. Su papá tenía la misma expresión de angustia y miedo. Había maldita sangre en la palma de su mano.

—Papá...—

La preocupación invadía la casa de los Monkey. Habían acordado realizar una fiesta sorpresa a Luffy por su gran y primera actuación. Estaban tan emocionados. Dragón había ido a por él para que también pasarán momentos padre e hijo mientras llegaban a casa, claro que tardarían un poco, posiblemente no más de quince, incluso veinte minutos, pero habían pasado algo más de cuarenta minutos.

Makino estaba algo preocupada y paranoica, caminando de un lado a otro imaginándome los peores escenarios. Shanks intentó contactar con él, pero el buzón respondía, Garp se encontraba sentado en el sofá agitando la pierna con nerviosismo e impaciencia y, al igual que el resto, preocupación. Ace tranquilizaba a Makino y Sabo también intentó contactar con Luffy.