BAILARIN [LawLu]

Onze: L'aliança.

Once: La alianza.

Mirando el lado positivo sólo tendría que utilizarlo por un corto tiempo. Yendo al malo...

—¡¿No podré bailar?! ¡¿Qué pasará con mis clases?! ¡Llevo rato sin practicar!—

—¡Médico dijo no al esfuerzo físico!—Regañó Ace, cargándolo por las escaleras. Desde los últimos días en el hospital se habían llevado mucho mejor. Ace terminó disculpándose como era debido, Luffy no estaba resentido con él realmente, lo había perdonado desde siempre.

—¡Nuh-uh!—

Su familia se había puesto en su contra, ¡no le dejarían hacer lo que quisiera!

En primer lugar tendría que llevar ese estúpido respirador portátil todo el tiempo, quizás más o menos diez días. Diez días en reposo, diez días que no podía moverse libremente y que no podía comer lo que quisiera (aunque eso no le importaba tanto ¿o sí?). Podía soportarlo, estuvo dos semanas en el hospital, pero ¿Otra semana más? ¿Y encima tener que llevar ese respirador por todos lados?

Por lo menos sus faltas estaban justificadas. Sus maestros sabían el motivo pero no de manera profunda. ¡Y justo el día que darían las notas de actuación!

Podía ir mientras no hiciera demasiado esfuerzo porque respirar le estaba costando y por ello necesitaba uno artificial incluso para dormir. Luffy no quería ir, no quería que lo vieran con esa máquina y que lo tratarán como una persona con necesidades especiales. Cuando estuviera recuperado regresaría con más fuerza que nunca.

Ser el número uno lleva tiempo y esfuerzo, el cual estaba perdiendo por culpa de su maldito cáncer.

Chasqueó con enojo la lengua e hizo un puchero cuando lo dejaron delante de su habitación, entrando con prisas para tener privacidad. La extrañó por todo este tiempo. No pudo tirarse a la cama como quiso así que se sentó. Su mochila estaba tirada en un lado, sus cosas seguían como las dejó hace semanas. Todo estaba un poco revuelto ya que se preparó muy temprano para su actuación..

Su teléfono está completamente descargado. No lo había utilizado hasta ahora. El enchufe más cercano que tenía estaba en el ventanal. Dispuso levantarse para ir y sentarse al lado de la ventana, dejando su respirador a un lado que no estorbara.

Apenas lo encendió y el internet se conectó automáticamente, los mensajes aparecieron a montones. Llamadas pérdidas de Sabo, de Shanks, Ace, Zoro, Sanji. Mensajes sin leer de los tres últimos y de algunos familiares y de ¿Torao?

¡Claro que lo recuerda!

Agarró su sombrero y escondió su rostro en el hueco para ocultar su pena. Había prometido escribirle y han pasado semanas. Seguro lo odia y habrá pensado mal de él.

Se apresuró rápido en responder lo primero que pensó.