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Temblores, palpitaciones, esos eran los síntomas. Había algo que fluía por sus venas que no lo dejaba tranquilo, una sensación de quemazón que penetraba en las esquinas de sus pensamientos.

Ocupaba todo su tiempo, tanto en su presencia como en su ausencia. No, solo podía pensar en el, solo quería pensar en el.

—No prosperará —dijo Minho, distrayéndolo de sus pensamientos.

—¿El qué?

—La propuesta sobre política monetaria de JaeHwan en el Parlamento.

—Es evidente que Pitt no estará de acuerdo.

—Creo que en White's hay una partida interesante esta noche, después de la cena es posible que me pase.

—Yo no creo que acuda, tengo trabajo atrasado.

Por supuesto, no era verdad, pero poco le apetecía y tenía otros planes mucho más satisfactorios.

—Caramba, Chanyeol, cada vez estás más retraído. ¿Es por la búsqueda de esposa?

—Es posible que ya tenga a mi candidato —dejó caer.

—Válgame Dios, ¿y quién es el pobre?

—No voy a decirte nada, que luego eres peor disimulando que una carabina.

—No creo que lo tengas muy difícil, eres un duque, tienes todos los dientes y las mujeres y jovenes te consideran de buen ver.

—Es especial.

Era único, tanto que no sabía muy bien cómo proceder.

—Puedes pedirle consejo a Baekhyun, más especial que el no hay nadie.

—Buena idea. Ah, Baekhyun, aquí estás —dijo justo cuando entraba.

—Chanyeol, te veo bien.

Se miraron a los ojos, ajenos a lo que los rodeaba.

—Me alegra que por fin se llevén bien —comentó Minho, al ver que incluso Baekhyun lo tuteaba y él se dejaba.

—Hemos firmado un tratado de paz, espero que duradero —respondió Park sonriendo.

—Por mi salud mental, yo también.

—Minho, ¿podría quedarse a cenar Taemin? Se nos ha hecho tarde.

Chanyeol vio que sus ojos tenían un brillo especial, propio de cuando tenía una idea en la cabeza.

—No veo porqué no. Es un muchacho agradable.

—Extraño que te agrade alguien que sea doncel —dijo Chanyeol intentando ser diplomático.

—He conversado con el y parece un ser racional.

—Como si los donceles no lo fuésemos. A veces entiendo que seas un ermitaño —le soltó Baekhyun.

—Soy un ermitaño porque la sociedad actúa a veces sin sentido común.

El no supo exactamente a qué se refería, pero evitó entrar al trapo.

—Avisaré a Taemin.

Al salir le echó un vistazo a Chanyeol, que lo observaba de un modo peculiar. Le sonrió, tenía ganas de acercarse a él, pero no podía hacerlo, no de esa manera.

...

En un extremo de la mesa del comedor pequeño estaba Jiwoo, observando cómo Taemin y Baekhyun se echaban miradas cómplices mientras Minho y Chanyeol, frente a ellos, charlaban sobre una propuesta de ley.

—¿Qué les parecería pasar unos días en Dover? Londres se me está haciendo muy pesado y hace tiempo que no voy a mi propiedad —se le ocurrió a Chanyeol.

UAP #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora