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Entraron en el imponente patio de la casa del duque de Rutland aún dentro del carruaje, viendo la gran construcción que se erigía delante de ellos. Debía de tener por lo menos tres plantas aunque se notaba que era reciente. De estructura proporcionada, igual que todas las casas de estilo georgiano, a Baekhyun le gustó. No era un sitio en el que la sociedad inglesa pisase con frecuencia, pues la gente se limitaba a pasear por la playa, no era costumbre nadar. Tenía entendido que el agua era mucho más fría aquí que en el mediterráneo.

—Tal y como lo dijo, me había imaginado que era una casa de campo pequeña —comentó Taemin—. No tendría que haber venido, esto ha sido una mala idea, muy mala idea. Ningun señorito se hubiese prestado a venir —se lamentó.

—¿Y eso por qué?

—Es un encerron. Solo quieres que venga para que distraiga a tu tío mientras tú y Park... no quiero pensar en lo que podran hacer.

—Oh, no es solo por eso. Te gusta mi tío, Taemin, y a él no le desagradas que ya es mucho, créeme. Es tu oportunidad para conocerlo mejor sin que otras y otros estén de por medio agobiando y dando la tabarra.

—Tu tío es el hombre más perfecto que Dios ha podido crear y yo solo soy yo. Él es un conde rico y guapo y yo soy un joven de clase alta cuyo hermano ha caído en desgracia y me ha arrastrado.

—¿Y?

A veces Taemin perdía los nervios con Baekhyun, que no veía nada imposible.

—Pues que sería la última persona con quien tu tío se casaría.

Baekhyun alzó una ceja, esperando a responderle.

—Si mi tío quisiese casarse con una pérfida y adorable dama noble ya lo habría hecho. ¿No te das cuenta? Minho es tímido con las mujeres, donceles y con la gente en general. Hay que abordarlo en petit comité, poco a poco. Y conquistarlo con inteligencia. Eres mono, no nos vamos a engañar, y a los hombres las cosas deben entrarles por los ojos. No son como nosotros, que vemos más allá. Pero mi tío en eso sí que se parece a un doncel.

—No soy una belleza como Kim Seokjin, lo sé.

—Con un poco más de estilo, destacarías. Esta noche te visto yo, queda decidido. Pero te lo advierto, a Minho se le conquista con el cerebro.

Taemin se mordió la lengua acerca de lo que el consideraba estilo.

Baekhyun se preguntaba cómo actuaban con normalidad esos hombres y mujeres que tenían amantes secretos y que se encontraban en un lugar público. No consideraba a Chanyeol como su amante, pero claro, había cierta complicidad entre ellos, demasiada confianza en tan poco tiempo y desde luego, esa extraña manía de no poder quitarse las manos de encima. Estaba irremediablemente enamorado de él y ya no había vuelta atrás. Así que, al descender del carruaje, tragó saliva y se dijo a sí mismo que debía actuar con normalidad.

Al entrar, quedó completamente maravillado. El estilo finirrenacentista de la distribución le llamó la atención, los muebles rectangulares de caoba eran bonitos, pero lo mejor no era eso.

—Es increíble —susurró para sí mismo, viendo cada uno de los cuadros, que contenían miles de detalles.

—No son de la piazza San Marcos, pero son más de mi estilo. —Su voz no la sobresaltó, pues ese sonido era para el como el canto de los ángeles.

—¿Los coleccionas?

—Empecé comprándolos porque me gustaban, ahora se ha vuelto una costumbre. Yo no diría coleccionar.

—¿Cuál es tu favorita?

A Chanyeol le fascinaba el brillo de sus ojos y su curiosidad. Cómo al preguntar algo abría ligeramente la boca dejando que su cerebro captase cada minúscula percepción de la respuesta.

UAP #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora