—Eh—tartamudeó Taemin, resistiendo la tentación de colgar y evitarse tener que hablar con Minho. Esa sería una manera muy cobarde de manejar la situació. Minho y el tendrían que hablar antes o después, y cuanto más retrasara la confrontación, más difícil sería después.
—Escúchame, ¿vale? —dijo Minho con voz autoritaria, aunque algo aguda y precipitada—. Tengo preparado todo lo que quiero decir.
—Minho, por favor...
—Tú puedes decirme lo que quieras cuando acabe, ¿de acuerdo?
El asintió y cerró los ojos.
—De acuerdo —susurró.
—Una vez me preguntaste por que insistía en salir contigo. ¿Te acuerdas?
—Sí —se acordaba demasiado bien.
—Pensé que lo había descubierto antes de marcharme de Busan. Me gustaste desde el primer momento. Eres una persona buena, cálida y generosa y cualquiera que pase algo de tiempo contigo lo sabrá enseguida. Yo lo había notado antes del día del zoo, cuando me hablaste de esa mujer de tu clase que lo estaba pasando tan mal. Apenas la conocías y, sin embargo, te preocupabas por ella y por sus problemas.
—¿Qué tiene eso que ver con nada?
—Ten paciencia. Ahora seguiré con lo demás.
Taemin estaba tan tenso que los músculos de la espalda empezaron a dolerle. Se levantó, se puso la mano en los riñones y paseó por la sala, estirando al máximo el cable del teléfono. Deseaba meterle prisa para acabar con la conversación lo antes posible. Le resultaba dolorosa y mucho más difícil de lo que había esperado.
—Poco después de nuestro picnic comprendí que estar contigo hacía que me sintiera fuerte y bueno. Fuerte emocional y físicamente. Comprendo que eso no debe de tener mucho sentido para ti en este momento. Ni siquiera estoy seguro de poder explicarlo de una manera mejor. Puede que más adelante sí, pero ahora mismo no es lo más importante —Minho hizo una pausa y tomó aire. Estaba hablando tan deprisa que a Taemin le costaba entenderlo. Y el zumbido de la conexión de larga distancia no ayudaba nada.
—Minho...
—Deja que termine.
La mente de Taemin se llenó de argumentos suficientes para hundir un barco.
—De acuerdo —sólo deseaba que él se diera prisa, para poder decir lo que tenía que decir y poner fin a la conversación.
—Estas tres semanas lejos de ti me han enseñado cosas muy valiosas. Te he escrito todos los días.
El no necesitaba que le recordara eso. Todas las cartas que había recibido de él estaban apiladas sobre su escritorio. Las había releído con tanta frecuencia que se sabía la mayoría de memoria.
—Sentarme y poner mis pensamientos sobre papel ha aclarado mucho la confusión que he estado sintiendo desde que volví a Icheon. Comprendí casi de inmediato que... —titubeó, como si tuviera miedo de su respuesta—. Estoy enamorado de ti, Taemin.
—¿Enamorado de mí? —repitió el, como si estuviera en trance.
—Sé que no es eso lo que quieres oír, pero no puedo ni quiero pedir disculpas por lo que siento. Por primera vez en mi vida, estoy enamorado. Pensaba que había estado enamorado cientos de veces, pero esto es distinto. Mejor. ¿Me has oído, Taemin? Te quiero.
Taemin cerró los ojos con fuerza. De todas las cosas que podría haber dicho, cosas absurdas, sin sentido, tonterías... se preguntó por qué, ay, por qué tenía que decirle eso.
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LCM
FanfictionEsta es mi segunda adaptación, le tengo mucho aprecio, así que la tendrán de nuevo.