—Jinri está enamorada de ti.
Minho miró a Taemin atontado, como si no estuviera seguro de haberlo oído bien.
Su expresión pasó del asombro a la incredulidad.
—¿De qué demonios hablas? Por lo que recuerdo la conversación se centraba en que no querías irte de Jeju, y te ofrecí una solución muy sencilla. No te vayas. Que yo sepa, el nombre de Jinri no había sido mencionado hasta ahora.
—Está enamorada de ti.
—No lo está y, aunque lo estuviera, ¿qué tiene eso que ver con nada? —exigió Minho, intentando mantener la paciencia. Miró por encima del hombro, como si temiera que Chanyeol o Baekhyun fueran a aparecer. Era obvio que no era un tema del que quisiera hablar delante de ellos.
—Es algo que a una persona le gusta saber cuándo esta misma está interesada en un hombre.
Minho emitió un sonido gutural, un gruñido de pura frustración.
—Creo... creo que deberías casarte con ella —Taemin no pensaba nada similar, pero lo dijo para hacer mella en él. Pareció conseguir el efecto deseado. Minho lo miró como si deseara agarrarlo por los hombros y sacudirlo hasta que le castañetearan los dientes.
En vez de hacerlo, caminó hacia el otro extremo de la cocina y se pasó la mano por el pelo con fuerza suficiente como para tener que usar peluca si lo hacía muchas veces más. Se dio la vuelta, abrió la boca como si quisiera decir algo y la cerró otra vez.
—Es perfecta para ti —mientras hablaba, Taemin se dio cuenta de que estaba diciendo la verdad. Le dolía admitirlo, más de lo previsible. Casi desde el primer momento, Minho había mencionado a sus amigos, Park y Jinri, mezclando sus nombres como si fueran una sola persona. Era comprensible. Los tres trabajaban juntos. Eran amigos del alma. Chanyeol estaba casado con Baekhyun, pero eso dejaba a Minho disponible para Jinri.
—Taemin...
—No —interrumpió el—. Lo digo en serio. Jinri es la mujer perfecta para ti. Para empezar, es miembro de la Marina y...
—Resulta que no estoy enamorado de ella —ladró él. Recorrió la distancia que los separaba con tres zancadas de sus largas piernas—. ¿Es que esta última semana no ha significado nada para ti? Nada de la última semana —se corrigió—. ¡Los últimos siete meses!
Su ira no le quitó coraje. Cuanto más pensaba en el tema de Minho y Jinri, más sentido le encontraba. De hecho, no sabía por qué no se le había ocurrido mucho antes. Hasta que no había conocido a la otra mujer, Taemin no había comprendido la verdad.
—Hablo en serio, Minho.
—Yo no —escupió él—. Ni siquiera le he dado un beso a Jinri en toda mi vida. Sería como hacerlo con mi propia hermana. Estoy seguro de que ella lo ve de la misma manera.
—Incorrecto. —Soltándose de él, llevó la mano a la cafetera. Como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo, Taemin la llenó de agua y luego le dio el café, con la esperanza de que la actividad lo ayudara a esconder el dolor que oprimía su corazón.
La idea de que Minho amara a otra mujer casi lo agarrotaba emocionalmente, pero, guiado por una fuerza desconocida, quería forzar el tema.
—De acuerdo —concedió Minho, lenta y pensativamente—. Supongamos que tienes razón y que Jinri tiene sentimientos románticos por mí, aunque quiero que sepas que eso me parece una locura. Pero aceptaré la premisa para llevar a término esta discusión. Llevamos trabajando juntos casi tres años...
—Son cuatro —interrumpió Taemin, mientras seguía manteniéndose ocupado recogiendo los platos de la cena.
—De acuerdo, cuatro años. —Él estrechó los ojos, pero por lo visto no estaba dispuesto a discutir detalles nimios—. Si no me he enamorado de Jinri en todo ese tiempo, ¿qué te hace suponer que podría llegar a plantearme casarme con ella, sobre todo ahora que estoy enamorado de ti?

ESTÁS LEYENDO
LCM
أدب الهواةEsta es mi segunda adaptación, le tengo mucho aprecio, así que la tendrán de nuevo.