Jardín Pre-escolar de los Elíseos
Martes 9:28 am.
—¡Krest Roux, te estoy hablando!
En el acto, el aludido se irguió de la mesa de trabajo donde había recostado la cabeza para descansar los ojos. Con el corazón acelerado por el grito y los orbes de zafiro aún somnolientos, formó una trompita de pato en señal de puchero.
»¿Por qué te estás durmiendo en clase? —exigió saber la profesora golpeando el piso con la punta del zapato, poniendo los brazos en jarras al sujetar con las manos la cintura.
—Pues porque «toy abudidoahhh» —respondió a medias, pues fue interrumpido por un bostezo que no se ocupó en disimular.
Al menos, hasta que recordó que era el Paballedo de Patito, no el del León y su mano tapó su boca con rapidez y vergüenza.
—¿Qué dijiste? —le insistieron.
—Ash, ¡que me «abude, mayestla»! —repitió rodando los ojitos dentro de sus cuencas, pensando que la otra era insistente como pocas.
—¿Cómo te atreves a decir eso? ¿Acaso tu mamá no te enseñó modales?
—¡«Pos» no, duh! —aseveró—. Y a usted su papá la hizo muy tonta, «mayestla» —comentó fastidiado.
¿Cómo su mamá le iba a enseñar modales a Krest? ¿Cómo?
No le entraba en la cabeza que le hicieran esa pregunta.
—¡¿Por qué me respondes así?!
—«Puque» me «plegunta» así —refunfuñó de mal humor y se talló el ojito derecho.
—¡Krest, no seas irreverente!
—Y usted no sera «idevetonta».
—¿Qué dijiste?
—Ash, es que usted no oye —se golpeó sus muslos con sus palmas exasperado—. ¿Está segura que no necesita unas cosas de esas pa' las orejas que usan los «abuyitos», pa' que oiga bien?
—¡Basta de impertinencias, siéntate y guarda silencio, Krest! —quiso finiquitar la pelea la mujer—. Clase, vamos a aprender los números del uno al diez.
—Eso ya me lo sé. Yo sé los «númedos» del uno al cien —interrumpió encogiendo sus hombros sin haberse sentado en su lugar.
—¿Ah sí?
—«Pos» sí —rodó los ojos dentro de sus cuencas por enésima vez y jugueteó aburrido con la orilla de su cubrepolvo.
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Las aventuras del Paballedo del Patito | Yaoi
FanfictionKrest es un niño de tres años de naturaleza vivaz, inquieto y con una imaginación nutrida, que se considera a sí mismo un Caballero de Athena que lucha por el amor y la justicia. Su única preocupación es jugar con sus hermanos, comer chocolates, do...