12. Problemas con P de Patotas

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—¡Chicos, es hora de desayunar!

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—¡Chicos, es hora de desayunar!

Krest corrió a toda la potencia de sus piecitos, ni los de Bronce avanzaron tan rápidos en el ascenso por las 12 Casas como él hacia la cocina. Entró y casi se estampó contra su hermano Sisyphus, quien activó sus reflejos de Paballedo de Sagitario y lo detuvo a tiempo con una mano en el hombro.

—Lo «chento», lo «chento» —se disculpó aleteando.

—Ten cuidado, Bóreas. Ya te dijimos que no corras. Anda, te ayudo a subirte a tu sillita.

El azabache le tendió los brazos a su hermano y fue alzado desde atrás por Papá.

—Y yo ya te dije que tú no puedes cargar cosas pesadas y Krest entra en esa categoría, Sis —aleccionó el mayor.

—Sólo quería ayudarte, papá —se excusó Sisyphus avergonzado.

—Lo sé, pero prefiero que te sientes y desayunes, a que lo alces y te lastimes. Odiaría salir corriendo al hospital para hacerte una placa. Recuerda que sigues usando el collarín.

—Está bien, papá.

Una vez acomodado en su trona, Krest recibió su plato con bolitas de fruta, su vasito con leche, su pan con mermelada y...

—Papá, ¿de «veddad»?

—¿Qué pasa, Krest?

—¿Esto? —dijo y señaló su plato con repelús—. ¿De «veddad?»

—¿Qué tiene de malo?

Papá revisó el objeto de disputa con curiosidad. El Patito sacudió la cabeza con disgusto.

—¡La avena «nu mi» gusta!

—Pero te hace mucho bien.

—¡Ya te dije que soy patito, no «paballo» para «comed» avena! —aleteó con ímpetu.

Papá se acarició la sien que ahora lucía un parche, habiendo abandonado la venda usada desde su salida del hospital.

—Hijo, cómetela, por favor.

—¡Avena no! —declaró y se abrazó como una momia.

—La avena te aporta muchos...

—¡Avena no! ¡Es «hoddible»!

—Kreeest.

—¡Que no, que no! —insistió muy decidido—. ¡Me pongo en huelga de «hamble pomo» el Paballedo de «Vidgo»!

—¡Qué huelga de hambre de Virgo ni qué nada!

Papá le acercó el plato, Krest lo alejó y desvió el rostro.

—¡Qué terco te hizo tu papá! —atacó el Patito al Paballedo Dorado de Acuario.

—¡Más terco te hizo el tuyo! —reaccionó el Santo de Acuario con énfasis.

Las aventuras del Paballedo del Patito | YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora