→ Nota de la autora (2)

99 13 2
                                    


Esta obra se encuentra registrada en el DNDA (Dirección Nacional de Derecho de Autor) de Colombia bajo el número de registro 1-2016-90729

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esta obra se encuentra registrada en el DNDA (Dirección Nacional de Derecho de Autor) de Colombia bajo el número de registro 1-2016-90729.


*


En honor a la muerte, la rebeldía y la levedad.



Gracias a todas las personas que leyeron el primer cuaderno de Marcello, 1920. Para quienes no lo saben, la novela estuvo publicada. Su début se dio en el 2019. Sin embargo, por motivos a los cuales prefiero no darles protagonismo, el contrato con la editorial se canceló y recuperé los derechos de distribución de mi novela. Esa esa la razón de peso por la cual la novela regresó a sus origenes; es decir, a Wattpad. Lo cual me tiene muy contenta, porque siendo así, podemos emprender el camino para su segundo y último cuaderno. El final de finales. 

Este segundo cuaderno tiene como esencia el renacer, la identidad, el autodescrubimiento, el amor trasgedido, y como es constumbre, el dolor. Pero con una particularidad interesante: el dolor de los artistas al crear, al someterse al escrutinio del mundo y la capacidad que poseen de no soltar sus sueños como tampoco sus pesadillas. Marcello se adentrará en ese mundo que siempre supo suyo, y embriagado en la soledad y aceptando su oscuridad, se dejará caer en él. La máquina lo inspirará, hará los cuadros más horripilantes y los más sublimes. Se codeará de artistas de la epoca en Nueva York, tomará café con los escritores más importantes de todo Greenwich Village, y nos contará el final de su caótica misión. 

Este es el final de la historia de ese hombre que no vivió el ideal de valentía del cual otros alardean, como en aquellas historias de héroes que siempre consiguen salir bien librados. Es el final de la historia de ese Marcello que tomó con esfuerzo todo cuanto pudo para no perder su identidad. Sabremos hasta dónde llegó este hombre que creyó en la libertad pero no fue libre, que soñó pero no tuvo tiempo de ser soñador. La historia de este niño, de este joven, de este ingenuo, del culpable de una estupidez sin medida a causa de una sociedad que perpetuo su dolor.

PD: Este segundo cuaderno es un borrador por lo tanto no posee trabajo de edición. 



Marcello, 1920Donde viven las historias. Descúbrelo ahora