CAPITULO 5

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Escuchó una voz suave, la dueña de esa voz le extendió la mano y ella con las pocas fuerzas que le quedaban y confiando en un humano del cual no sabía intenciones … tan solo aceptó.

***

El joven Rengoku llegó al cielo, en sus manos tenía el broche de mariposa que le pertenecía a Shinobu; suspiro lleno de cansancio y camino lentamente a donde Douma y el resto de los ángeles estaban.

-Kyojuro … ¿la trajiste contigo?- preguntó Douma con aquel típico tono melodioso en su voz.
  
Rengoku se paralizó, no sabia exactamente que tendría planeado Douma para él. Trago su saliva con gran dificultad y miró a los ojos arcoiris de su superior.

-¡No! ¡Ella no ha sido encontrada!- habló con su tono enérgico.

-¿Qué traes en la mano Kyojuro?- Pregunto Douma.

Kyojuro apretó un poco el broche, sus nervios hasta este momento se volvieron casi incontrolables; las manos le sudaban y una corriente eléctrica pasaba por cada una de sus extremidades.

-¡Tan solo he logrado hallar esto!- Asustado contestó y le mostró el broche, Douma lo vio y suspiró con gran decepción.

- Esa niña nunca va entender … bueno, si el mundo humano le muestra por sí mismo la crueldad entonces entenderá que no debe meterse con los humanos-  Douma sonrió algo satisfecho.  

-Entonces … usted está diciendo que la dejemos vagar por la tierra- Alzo su voz el  joven Shinasugawa.

-Por supuesto … pero no la descuidaremos, quiero que vayan y una vez que la encuentren, vigilenla- Dicho esto Douma se fue.

Los murmullos entre los ángeles comenzaron, Sanemi no parecía estar de acuerdo con esto.

-¡¡Callense todos!! ¡¡Quiero que un escuadrón la encuentre y la traiga con vida aquí!!- Sanemi gritó y los demás ángeles rápidamente comenzaron a volar nuevamente hacia la tierra.

Kyojuro se acercó al joven peliblanco quien estaba furioso.

-Sanemi … el señor Douma dijo que- No termino de hablar cuando Sanemi lo estampo contra el suelo.

-No me importa lo que haya dicho … Shinobu está confundida y necesita volver a casa … ella tiene que estar aquí … lejos de todo mal- suavizó su voz en las últimas palabras y luego simplemente él también salió volando con dirección a la tierra.

Rengoku sabía bien lo que le había prometido a Shinobu, su frustración por no poder cumplir la promesa lo hizo estallar en ira y las llamas arrasaron con aquella pequeña parte del bosque en donde estaba.

No tenía planeado que otros ángeles fueran a la tierra y la buscaran, pero ya está hecho y con eso tendrá que combatir.

***

-¿Dónde estoy?- abrió sus ojos con pesadez y miró a los costados.

Parecía estar en una casa, una muy lujosa; volvió su mirada al techo y suspiró con un poco de tranquilidad, repentinamente la puerta se abre y ella mira rápidamente a la persona que está allí.     

-Me alegra que ya hayas despertado … estaba muy preocupada- Dijo una bella joven de ojos verdes.

Shinobu no supo que decir, nunca habia visto a una mujer tan hermosa; sus mejillas se tornaron rojas y ella se quedo en silencio.

-Tranquila, no te hare daño … tu aceptaste mi mano y yo te brinde ayuda- La joven sonrió.

Shinobu nunca habia sentido tanta tranquilidad, esta humana era algo especial; no parecia tener pensamientos malos y eso le agradaba bastante.

-¿Como te llamas?- Preguntó la joven al ángel.

Shinobu sintio nervios, pero no debia dejar sin una respuesta a aquella bella joven.

-Shinobu…- Respondió.

-¡Es un lindo nombre! Yo soy Mitsuri Kanroji- Sonrío la dama.

Shinobu le sonrio de regreso, un ángel en la tierra que tan solo pensaba en salvar y derribar el clasismo en el cielo. Mitsuri una bella damita de clase alta que tuvo la suerte de cruzarse con un ángel en su caminó.

HIMITSU - KURO NO CHIKAI (SHINOMITSU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora