CAPITULO 12

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Habían pasado ya 3 meses desde que la señorita Mitsuri había abandonado el compromiso y a su familia, Aoi ya no sentía la misma emoción de trabajar en esa casa; los días se había vuelto aburridos sin la alegría de la señorita; ciertamente Aoi se estaba cansando de escuchar a la señora gritar todos los días además de maldecir a la señorita.

-¡¡Aoi!! ¡¡apresúrate en terminar tus labores!!- grito la jefa de ama de llaves de la casa.

-¡¡Si, señora!!- respondió.

Termino de doblar la ropa que le pertenecía a la señora y procedió a guardarla; salió de la habitación y caminó por los pasillos, los gritos apresurados de las sirvientas se hacían notar, hoy habría una cena muy importante y todo tenía que estar listo; desde que Mitsuri abandonó la familia la señora empezó a realizar reuniones con la esperanza de poder comprometer a su hija quien llegaba esta noche de Celedian, una ciudad de otro lugar en donde había continuado con sus estudios.

Suspiro con cansancio, y continuo con los preparativos de la cena; todos los empleados decoraban la casa y sala principal, los cocineros preparaban platillos a montones y al parecer varios de esos estaban quemados o eso ella podía notar desde lejos.

-¡Aoi! ¡ayúdame por favor!- grito Suma, una sirvienta de nuevo ingreso, la chica era muy torpe pero siempre se esforzaba en enmendar sus errores.

-Ya voy- respondió y fue rápidamente a ayudarle con parte de la decoración del comedor.

-Gracias Aoi, ¡eres muy buena conmigo! la mayoría me mira mal cuando hago algo que no debía- hablo con desánimo.

-La mayoría aquí son mucho mayores y han trabajado más en esto … y cuando llega alguien nuevo piensan que este no debe tener errores- desenredo algunas guirnaldas.

-¡Que bueno que tu estas aqui, ya no me siento tan sola!- sonrió.

-Ya no por mucho … pienso renunciar, este trabajo es algo molesto y aburrido ahora que lo pienso- dijo con una sonrisa triste.

-¡¡NOO!! ¡no te vallas Aoi!- grito, en sus ojos azules algunas lágrimas se formaban.

-Cálmate no llores- intentó consolarla, pero la chica seguía llorando a mares.

Suma era una chica muy alegre, y casi daba la misma vibra que Mitsuri; le daba pena dejarla sola pero no podía arrastrar a la chica a otro tipo de trabajo en donde intentarán molestarla más.

-¡Si tu te vas me quedaré yo solita!- lloro aún más fuerte.

-No te quedaras sola, aquí están todos los demás- intentó calmarla.

-Ellos son muy malos conmigo, ¡si no fuera por ti me dejarían sin comer!- lloro con fuerza.

Aoi solo se limitó a abrazar a la chica, Suma era torpe, linda, de buen corazón, tímida y alegre; el corazón de Aoi quedó cautivado con estas cualidades y quería proteger a la pobre muchacha porque la chica le recordaba a su gran amiga Mitsuri … aunque claro ella no sabía si Mitsuri la consideraba una amiga.

***

Llegadas las 12 de la noche de ese dia; Aoi tomo su maleta, salió de su habitación, bajó con cuidado las escaleras y sin hacer mucho ruido caminó hacia la entrada de la casa, miró por última vez el sitio donde trabajo y salió de la casa.

-¡AOI!- gritó una voz alegre.

Levantó la mirada, una chica ojiazul de mirada tierna la esperaba a mitad de la calle.

-¿Suma?- hablo confundida; se acercó a la joven.

-No quería quedarme solita, así que te acompañare a donde vayas y no podrás deshacerte de mí- Sonrió.

HIMITSU - KURO NO CHIKAI (SHINOMITSU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora