CAPITULO 3

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Shinobu volvió su mirada al cáliz en cual estaba lleno de el líquido carmesí; el aire casi no le llegaba a los pulmones, sus ojos dilatados de terror que sentía, el olor de la sangre se filtraba por sus narices.

-¿No es maravilloso? Dios es tan grande que nos ha mandado un ángel para llenar nuestro cáliz- Habló el anciano elevando sus brazos al aire y mostrando una sonrisa.

La furia de Shinobu aumentaba, ella sabía que los humanos eran criaturas diferentes a los ángeles; siempre se lo repetían, una y otra vez ….

Pero…

Se dio cuenta de que los humanos y los ángeles comparten varias similitudes, una de ellas era que no les importaba matar con tal de conseguir lo que ellos desean, los ángeles no son buenos y los humanos tampoco lo son …. Todos caen en algo que es igual para todos … el pecado.

Su cabello negro cambio su color, sus puntas se volvieron moradas; sus alas se hicieron mas grandes y una aureola apareció sobre su cabeza; el anciano miro con miedo la figura del angel dorado y se arrodillo ante el.

-Salve dios todo poderoso- Comenzó a rezar en murmullos.

Shinobu no parecía poder controlar su rabia; este hombre había sido el culpable de la muerte de su amigo, él es el hombre que lo asesinó con sus propias manos y ella será quien termine su miserable vida.

Levantó su mano y esta se cubrió de un brillo dorado, con toda su fuerza la dirigió a aquel humano.

Sin embargo, no tenía previsto que otro ángel la detuviera.

-¡Señorita Shinobu! ¡controlese por favor!- Grito el muchacho de cabello negro.

-¿¡Porque habría de detenerse!? ¡Él mató a un ángel! ¡merece la muerte!- Gritó Shinobu con notable ira.

El hombre sólo se limitó a ver como dos ángeles de luz dorada peleaban.

-¡Nosotros no lastimamos a los humanos!- Grito e intensificar su agarre  en el brazo de Shinobu.

-¡Aun así! ¡miralo! ¡los humanos tampoco deberían lastimar a los ángeles!- Shinobu se defendió.

-¡Tenemos que irnos! ¡señorita Shinobu!- Aviso el joven.

Shinobu se soltó del agarre y fue hacia donde estaba su amigo.

-¡No tenemos tiempo! ¡Déjelo!- Gritó el muchacho.

-¡No lo haré! ¡Es mi amigo y también un ángel!- Respondió Shinobu.

Quito los clavos y lo llevo con cuidado nuevamente al cielo; el angel de cabello negro volvio su mirada al hombre quien estaba arrodillado y temblando de miedo, puso una de sus manos sobre la cabeza del hombre y este al instante quedo dormido; el angel luego de eso se fue.

***

Llegaron al cielo, Shinobu lloraba sobre el cuerpo de su amigo.

-Ahora sabes lo peligroso que es el mundo humano- Aquella voz suave solo le podía pertenecer a alguien.

-Douma …- Susurro.

Douma se arrodilló y vio de más cerca al joven ángel que estaba ya sin vida.

-Es una pena … En fin, su puesto ahora está libre y hay un joven que desea trabajar, está muy ansioso por iniciar- Dijo Douma con una sonrisa llana.

Shinobu alzó su mirada y vio como el ángel se alejaba.

-¿¡No vas a hacer nada!? ¿¡solo diras eso!? ¡Está muerto! ¡debemos avisarle a su familia!- Grito Shinobu con desesperación.

HIMITSU - KURO NO CHIKAI (SHINOMITSU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora