-CAPÍTULO 11-

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Shinobu se colocó la ropa, una camisa negra, pantalones de igual manera y unas botas negras también. Salió y vio a Tengen preparando en una hoguera lo que sería el desayuno, Zen estaba posado en una rama con la cabeza en alto.

-Ah, te queda perfecto .. luces bastante apuesto, ¡seguro conquistarás el corazón de esa mujer!- animo Tengen con una sonrisa.

-Gracias por ayudarme- Shinobu hizo una pequeña reverencia.

-No todo es gratis .. el precio a pagar es una de tus plumas- señaló, Shinobu al instante tomó una de las plumas de sus ya casi inexistentes alas que se borraban para convertirlo por completo en un humano.

-Toma- extendió su mano con una pluma; Tengen sonrió y aceptó de manera cordial la pluma.

-Nuestro trato está cerrado, ¡ve y conquista a esa dama tuya!- Alentó al hombre pelíplata.

Shinobu sonrió y comenzó a correr, Zen al notar esto voló detrás del muchacho; ambos dejando atrás a aquel extraño que los había ayudado. 

***

Kanao y Tanjiro estaban listos para irse a la tierra, ambos preparados; se tomaron de la mano y saltaron, la sonrisa del muchacho era lo único que Kanao podía apreciar y era lo único que importaba. Llegaron, aterrizando en un lago, ambos avanzaron con cautela aun con las manos entrelazadas hasta que Tanjiro reconoció a alguien, soltó la mano de kanao y comenzó a correr en dirección a aquella persona.

La azabache sonrió, pero su sonrisa se borró al ver que el cabello de Tanjiro crecía, su figura se transformaba en una femenina y sus alas dejan de notarse; Tanjiro ya no era más un ángel … ahora era una hermosa jovencita con un vestido blanco.

-¡Obanai!- Gritó, su voz era fina y dulce.

Kanao sonrió y simplemente estaba lista para volver al cielo, desplegó sus alas y se fue volando.

Por otra parte el Joven de ojos bicolor quedó sorprendido cuando una joven se lanzó a abrazarlo y gritó su nombre; cuando sus ojos se encontraron el azabache pudo notar que esos ojos le pertenecían a aquel pequeño ángel de que se había enamorado.

-¿Tanjiro?- susurro con voz temblorosa y con lágrimas amenazando salir.

La chica negó, sus ojos ya soltaban lágrimas y tenía una sonrisa temblorosa en el rostro.

-Ya no más Tanjiro  … soy Sumiko- estalló en lágrimas y volvió a abrazarlo.

Obanai devolvió el abrazo con más fuerza, la abrazo para nunca separarse de ella, nadie los separaría esta vez.

***

Mitsuri volvió a ver el día, gris nuevamente; era algo repetitivo y el día de su boda se acercaba poco a poco. Quizá sería buena idea abandonar esos sentimientos tan confusos dentro de ella, iría a aquel lugar donde vio al ángel la primera vez, tenía que arreglar sus problemas … enfrentarse al pasado.

Se vistió con el vestido más hermoso posible, trenso su cabello y se colocó maquillaje; bajo las escaleras y pidió al conductor del carruaje que la llevase a aquel lugar. El camino fue algo aburrido pero cuando finalmente llegaron, una ola de emociones invadió a la pobre dama; suspiro y con paso lento pero decidido camino a aquel lugar.

Sus ojos vieron a un joven de ojos violeta, su corazón saltó con una extraña emoción; el muchacho también la vio y sus miradas se cruzaron … El pecho de Mitsuri se sentía cálido,un sonrojo se extendió por sus mejillas y una sonrisa tonta se formó en su rostro.

HIMITSU - KURO NO CHIKAI (SHINOMITSU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora