8. Palabras duras.

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El ambiente en la sala de juntas era bastante pesado, el rostro llenó de cólera de Taehyung, el latente fastidio de la representante de Kim era lo que volvía demasiado complicada la situación a la que habían llegado por la renuencia del moreno

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El ambiente en la sala de juntas era bastante pesado, el rostro llenó de cólera de Taehyung, el latente fastidio de la representante de Kim era lo que volvía demasiado complicada la situación a la que habían llegado por la renuencia del moreno.

— No, no quiero —respondió cual niño de secundaria.

— ¿Tú qué opinas Sunhee? — le sonrió el dueño de la empresa dulcemente.

— Yo si quiero — sonrió de la misma manera Sunhee y se recargó en el hombro de Tae. — oppa, prometo que no será tan malo.

— No voy a aceptar... No me van a convencer — espetó seguro de sí mismo; el hombre regordete golpeó la mesa, sobresaltando a los presentes.

— ¡O aceptas o te olvidas de volver a cantar! si te niegas te juro que hundiré tu carrera Kim. — señaló el pelinegro molesto — No me retes. Tu decides — Tae estaba a punto de refutar, pero Nayeon le interrumpió.

— Taehyung acepta — aseguró y el mayor sonrió.

El castaño gruño, pero permaneció en silencio escuchando las ordenes. La chica a su lado sonreía feliz. Sunhee entrelazo su mano con la de Taehyung mientras escuchaba a este maldecir por lo bajo.

— Deben hacer parecer que de verdad están juntos frente a las cámaras, eviten escándalos, chismes y todo lo que se asemeje. Quiero que las ventas se disparen hacia arriba, que ambos me hagan ganar mucho dinero — ordenó.— ¿Entendido? — miró a ambos y terminaron por asentir.

— ¿Ya me puedo ir? — se zafó del agarre de la chica a su lado y se levantó esperando respuesta.

— Anda vete.

Sunhee corrió tras él y una vez fuera, volvió a tomar su mano.

— ¡Oppa! ¿Qué deberíamos hacer? — cuestionó con un tono dulzón y lleno de timidez, mientras el otro deseaba enterrarla tres metros bajo tierra.

— Yo debo ir a ver a alguien — con ese alguien solía referirse a Yeontan.

— Te acompaño — sonrió. — te aseguro que no te molestare.

— ¡No! ¡Deja de joder! — gritó sin importarle la presencia de los trabajadores que pasaban por ahí. Se acercó a ella tomándola por los hombros para luego obligarla a verlo. — no me agradas, no me gustas, no te soporto. Me das náuseas, me desesperas, no soporto tu voz, ni oírte hablar o cantar. ¿Entiendes?

— Oppa, dices eso porque estás molesto — acaricio su mejilla, para que Taehyung aventara su mano separándola.

— ¡Mierda entiende!

Estaba enojado y las cosas se pondrían peor, su vecina le llamaba por teléfono. De nuevo Yeontan había hecho de las suyas, se había marchado, aunque ahora ya sabía a dónde ir.

¿Por qué debes ir con esa prostituta? —pensó mientras tallaba su rostro frustrado marchándose a su auto.

Subió, se colocó el cinturón para luego dejar caer su cabeza en el volante, una nueva manía había sido adquirida por el de sonrisa cuadrada.

Condujo hasta el barrio de Bisan-dong y no le fue muy difícil hallar a Dolly ya que estaba en el parque cercano a donde solía "trabajar" junto a Yeontan y el pequeño pelinegro.

— Yumi, la abuela dijo que me regalaría un gorro azul y que te tejerá una bufanda rosa para que haga con... conterte... contrasre... — la mayor sonrió y susurro como pudo la palabra contraste. — Eso, contraste.

— Muy bien — susurró roncamente.

— Yumi, ¿aún te duele tu cuello? — ella negó mintiéndole. La verdad era que cada que intentaba hablar, sentía dagas atravesarle el cuello, la estaba matando lentamente, aunque no estaba segura si se trataba del dolor corporal o de la impotencia de no poder comunicarse con nadie.

Taehyung salió disparado a paso rápido hacia ambos, estaba furioso e inevitablemente quien pagaría las consecuencias sería Yumi.

Tomó a Dolly de los hombros y la giró hacia él, una parte de él estaba atontada luego de verle, pero la otra que mandaba y tomaba el control, le aseguraba que era mejor darle a conocer su verdadero lugar.

— ¿Qué haces con mi perro? maldita zorra. ¿Quieres venderlo? ¿Tu trabajo de mierda no te permite solventar tus gastos? — ella solo se quedó en silencio y giró su vista a otro lado. — sigues sin valer absolutamente nada.

— Yeontan llegó solo, — aclaro Kook— Yumi no tiene la culpa — intervino el pequeño — ella no puede hablar.

— Cállate mocoso — Kook se acercó al mayor y le pateó la espinilla de nuevo.

— No me llamo mocoso. Soy Min Jungkook y si no se marcha le llamare a mi papá para que lo golpee.

— Mira Juankuko o como sea que te llames niño, no me interesa lo que digas. Deberías saber que estar cerca de una persona como ella te hace mucho mal.

Yeontan comenzó a ladrar, como si amenazara a su dueño.

— Si tiene un mal día, Young Mi no es la culpable, y no debería desquitarse con ella. Nadie debe recibir su enojo, es usted un tonto — Jungkook saco su lengua y se cruzo de brazos.

Y fue ahí cuando reacciono, miro a Dolly cabizbaja debido a sus palabras e intentó retractarse. ¿Qué era lo que Dolly le hacía sentir? ¿Qué parte de él salía a relucir? No lo entendía, lo ponía nervioso, pero a la vez solía molestarle su presencia.

— Dolly yo... Perdóname el niño tiene razón... Yo no debí hablarte así y... — tallo su rostro cansado y esta solo se limito a observar. — ¡Vamos Yeontan!

El perro no se inmuto, por lo que intento acercarse, pero este le tiro a morder. Yumi se agacho hacia el can y acaricio su melena, recibiendo un jadeo gustoso, junto a una lamida en la muñeca. Tomó al peludo en sus manos y se lo entregó a Tae, el castaño sólo la miró lleno de vergüenza, pero terminando por  perderse en su mirada aguamarina.

— Señor, mi Noona le está dando a Taennie — Kook lo sacó de su trance y este asintió tomándolo en sus manos.

Camino hacia su auto de vuelta, aunque antes de eso se giró a verla una última vez, perdiéndose de nuevo en la linda sonrisa que le daba al menor.

— Perdón por haber sido demasiado duro, no te lo merecías — se disculpó a la distancia para marcharse a casa.

— Perdón por haber sido demasiado duro, no te lo merecías — se disculpó a la distancia para marcharse a casa

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Maratón 4/4.

Hola!
Les dejó el último capítulo del maratón, deseando y esperando que les guste mucho y puedan contarme si opinión.
Les quiero! ❤️

A Million Men • KTH • Resubiendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora