Había pasado una semana desde que Taehyung le había propuesto vivir juntos a Dolly mientras estaba ebrio.
Las palabras del peli castaño seguían rondando por la cabeza de la de orbes azules.
Estaba frente al espejo cepillando su cabello, eran las 6 de la mañana, hoy había salido antes de su trabajo, pero seguía sin encontrarle sentido a las palabras del dueño de Yeontan. De nuevo estaba reviviendo ese pequeño momento, no sabía qué pensar, ni cómo sentirse al respecto aparte de confundida.
—Dolly quédate. Quédate a vivir con nosotros.
Sus respiraciones chocaban, Young Mi tenía los ojos casi salidos debido a la impresión.
—Por favor quédate, prometo que es sólo por Yeontan. Tú ni siquiera eres mi tipo, me das asco. Ya sabes... eres una prostituta—aseguró señalándole, aún cuando su cuerpo seguía flaqueando frente a ella.
Yumi reprimió sus ganas de golpearlo y gritarle millones de cosas, él no tenía ni la más remota idea de lo que era vivir siendo señalada por cosas que ella no deseaba vivir.
Tae soltó un suspiro para caer rendido en el hombro de la castaña, no sin antes golpearse contra la pared.
— Sehun dice que tengo mala suerte con los clientes, pero tu ni siquiera eres mi cliente y me das problemas — soltó un bufido mientras trataba de esforzarse para llevarlo a su sofá.
Dejó caer al hombre de espaldas, aunque casi termina sobre él, observó su rostro, sin duda ese hombre cuidaba de su cara mucho más que ella.
Tae comenzó a hacer ruidos mientras intentaba acomodarse en el sofá, balbuceando cientos de improperios hacia una mujer, hasta terminar derramando lágrimas pidiéndole que no lo abandonará.
— No sé por lo que pasa tu corazón, pero espero que algún día encuentres la paz, dueño de Yeontan — sonrió suavemente de manera inconsciente mientras trataba de acomodarlo.
El perrito de nuevo se acercó a ella, intentando que se quedara, pero ella solo se agachó un momento para acariciarlo.
— Tu lugar es aquí con ese chico, debes hacerlo feliz. Eres un grandioso perrito Taennie — rasco el cuello del can para luego salir del apartamento.
Soltó un suspiro inconsciente, sintiendo pena de nuevo por ese tipo que sólo la humillaba al verla.
— Dolly, deja de pensar en eso. No merece tu compasión — sacudió su cabeza olvidando su antiguo recuerdo.
Miró de nueva cuenta su reflejo en el espejo, notando cómo las ojeras estaban presentes, y la arrugas comenzaban a presentarse.
—Al parecer la juventud y la belleza tienen fecha de caducidad — rió antes de ponerse de pie y disponerse a dormir.
ESTÁS LEYENDO
A Million Men • KTH • Resubiendo.
Fanfiction¿Qué tienen en común una prostituta y un chico que acaba de debutar? Aparentemente nada, pero ambos están conectados por Yeontan, el pequeño perro de Tae, quien en una tarde común termina merodeando en la calle lejos de su hogar; siendo rescatado de...