Young Mi volvió al departamento que compartía con el idol castaño, este aún no llegaba, así que prefirió cocinarle algo simple para que pudiese comer algo simple antes de descansar.
Yeontan la miraba suplicando un poco de la comida que había preparado para su dueño — sólo una probada — sonrió la de cabellos dorados y le tiró un trozo de carne al can. — que lindo perro eres — hablo con una voz dulce.
Termino de preparar la cena y le coloco la correa a Yeontan para salir a caminar al pobre can que posiblemente no había realizado sus necesidades desde la mañana.
Iba tan ensimismada en sus pensamientos sobre lo que comenzaba a sentir por Kim, que ni siquiera se percató como uno de los fotógrafos de la casa de chismes más grande de Corea se daba vida fotografiándola.
Volvió al departamento, se dio una ducha y se dispuso a secar su cabello, no sin antes recordar como su día al lado de Tae, Yumi y el pequeño Kook representaba un sueño de cuando era niña.
Se miró al espejo, mientras secaba su cabello — por fin tengo una familia — soltó con mucha nostalgia —gracias por abandonarme mamá, conseguí mi propia familia y estoy segura de que ellos jamás me van a abandonar — sonrió al espejo creando una imagen de su madre detrás de ella — gracias a ti, tengo razones para vivir.
Cuando Yumi terminó de alistarse, fue a la recamara de Tae, acomodó su cama a la forma que sabía que a él le gustaba dormir.
Mientras arreglaba todo al gusto del más alto sonrió al ver una foto de Tae y Yeontan sobre el buró junto a la cama.
Se sentó un momento a contemplar el portarretrato y de un momento a otro sus orbes comenzaron a pesar, dando como resultado que se durmiera sobre la cama del chico que le gustaba.
Tae llegó pasadas las 2 de la madrugada, se encontraba cansado y con hambre; un delicioso olor a carne y especias llegó a su nariz, camino a la cocina encontrándose con un poco de Japchae y carne de cerdo.
Observó la nota con la linda y chueca caligrafía de Yumi pidiéndole que comiera un poco antes de dormir.
— Dios — sonrió guardando la nota mientras la buscaba con la mirada — es imposible que no me guste, si hace estas cosas.
Se sirvió un poco y mientras se deleitaba con el sazón un poco salado de la peli dorada sonrió inevitablemente — sigue teniendo problemas con la sal — soltó una pequeña risa negando.
Yeontan llegó a su encuentro suplicando un poco de la comida de su dueño, pero este negó — estoy seguro que Dolly te dio probaditas ¿o no? — arqueo una ceja viendo al can que se sentaba a su lado y dejaba de pedirle comida — lo sabía. Ella no se resiste a ti — aseguró llevando otro trozo de carne y un poco de fideos a su boca.
Levantó los utensilios que utilizó y camino a su recámara en busca de su pijama para darse una ducha, pero al encontrarse a Yumi dormida sobre su cama un centenar de cosas se cruzaron por su cabeza. Acostarse junto a ella y abrazarla era una de ellas.
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A Million Men • KTH • Resubiendo.
Fanfic¿Qué tienen en común una prostituta y un chico que acaba de debutar? Aparentemente nada, pero ambos están conectados por Yeontan, el pequeño perro de Tae, quien en una tarde común termina merodeando en la calle lejos de su hogar; siendo rescatado de...