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Heeseung no había ido a su ensayo por el cansancio que se había prolongado en su cuerpo ese día. A pesar de su necedad por ir a la empresa para ensayar, Seokmin se había negado y no quiso que siguiera exponiéndose de esa forma, pues la última vez que había acabado rendido, fue difícil para el manager controlarlo. Y en esos precisos momentos, Heeseung agradecía la prosperidad de Seokmin al no ceder ante su terquedad para salir, porque su cabeza parecía explotar por varías cosas que perseguían su mente sin poder alejarse de alguna para pensar con claridad otra. Y es que estaba preocupado por la indiferencia de Yujin tras la última vez que se vieron, ni siquiera había intentado la chica enviar un mensaje para preguntar: «¿cómo estás?», y Heeseung también era cómplice, ya que no cedía ante la idea de enviar el primer texto.

Heeseung, quien estaba en el comedor, no tardó en dirigirse a la cocina para luego servirse un vaso de agua y beber el líquido, algo que solía hacer para limpiar sus pensamientos. Después de tomar el agua con fuerza y rapidez, Heeseung dejó el vaso de cristal en la isla haciendo un ruido agudo por el material siendo azotado, segundos después, con un agarre flojo, tomó su celular que estaba a un lado de él. Tecleo el número que tantas veces había llamado.

¿Heeseung? —dijo la persona tras la llamada.

Heeseung pareció tranquilizarse ante la voz de Yujin que había sonado serena. Tanta fue la conmoción que el chico fue directo al punto y dijo:

Bueno... Todos estos días has estado... —Heeseung hizo una pausa antes de continuar, dirigiendo su vista al techo y pensando lo que debería decir—. Diferente.

Yujin quedó sin habla por un momento ante lo dicho, ocasionando que Heeseung se reprendiera mentalmente.

Oh, eso. Estoy en hacer un nuevo papel y he estado muy ocupada y nerviosa, no quise molestarte sabiendo que estás a pocos días de sacar una canción.

Heeseung frunció su entrecejo al escuchar lo dicho, su agarre en el aparato que estaba en su oído, se intensificó al tratar de no reclamarle a Yujin por el echo de pensar de esa forma.

¿Tienes un nuevo papel? —dijo Heeseung. Caminó de nuevo hacia el comedor, aunque sus pasos se detuvieron al momento en el que su mente le trajo una pregunta más—. ¿No habías dicho que no querías tomar de nuevo un protagónico?

Yujin, que del otro lado se encontraba subrayando las líneas centrales del próximo drama en hacer, paró el movimiento por la repentina pregunta.

Cambié de opinión. El drama se me hizo interesante —contestó con una sonrisa aunque Heeseung no lo viera—. Heeseung-ah... ¿podemos hablar luego?, estoy muy estresada y mi cabeza duele.

Heeseung iba preguntar por su salud, pero Yujin no parecía querer seguir con la conversación, así que solo desvió sus palabra con un:

—Bien, descansa.

Heeseung no esperó respuesta del otro lado de la línea y colgó. Se aventó en el sofá dejando la mitad de su cuerpo fuera del mueble por la mala postura. Su mente volvió a la misma intriga del porqué Yujin estaba así.

«¿Acaso es por lo de Kim Sunoo?». Pensó Heeseung ahogando su incertidumbre con el repiqueteo de su pie derecho contra el piso.

Sus pensamientos se dirigieron al mencionado, recordando la grosera respuesta que había dado. La pantalla de su celular ya estaba frente a él cuando observaba con detalle el mensaje tan cortante que había enviado jamás.

Una media sonrisa divertida se coló en sus labios al ver el ridículo chat que había creado con Sunoo.

Sus dedos ahora querían presionar una tecla y enviarle aunque sea una disculpa por comportarse de esa forma.

Estaba por hacerlo cuando un mensaje entrante de Sunghoon le hizo detenerse.

Cuando Heeseung leyó el mensaje lo primero que hizo fue revisar la hora que marcaba el reloj de su celular, dado por echo que aún era temprano y podía salir, decidió contestar con un «Sí», pues todavía eran las ocho de la noche

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Cuando Heeseung leyó el mensaje lo primero que hizo fue revisar la hora que marcaba el reloj de su celular, dado por echo que aún era temprano y podía salir, decidió contestar con un «Sí», pues todavía eran las ocho de la noche.

Se puso de pie después de enviar la respuesta, dando un suspiro pesado luego de ponerse la chaqueta que tenía tendida en el respaldo del sillón. En el camino, con el viento golpeando su rostro al manejar, pensaba por qué Sunghoon lo habría citado tan de repente.

—Entonces dices que ya no quieres ser MC —dedujo Heeseung viendo atento a Sunghoon que tomaba una pequeña taza de café.

Sunghoon se sobresaltó por la afirmación de Heeseung, inmediatamente alejó la taza de sus labios mientras negaba con su cabeza rápidamente.

—No quiero de-

—Claro que lo quieres decir. Si es así solo cancela el contrato.

—Heeseung, no es fácil. —Sunghoon volteó a ver a todos lados, notando que el lugar estaba vacío—. No puedo solo renunciar, tengo el contrato.

—Querias verme para que te diera una idea, ahí está, ya te la di, pero tú te sigues rehusando. —Heeseung se cruzó de hombros al terminar de decir.

Sunghoon al escucharlo murmuró algo que Heeseung no pudo entender, algo que él no tomó importancia, mas bien siguió recorriendo con la mirada las acciones de Sunghoon.

—Bueno, olvidemos ese tema. Hace casi un mes que no nos reunimos ¿y ya vamos pelear? —dijo Sunghoon al advertirse que Heeseung le seguía mirando de manera intimidante—. Mejor dime todo lo que no me has dicho todo este tiempo.

Heeseung ya sabía que al venir sería inundado con preguntas de parte de Sunghoon, y sobre todo del reciente escándalo en el que estuvo involucrado. No pasó mucho tiempo cuando tenía ya la tarea de responder tajante ante sus preguntas, las cueles eran demasiado predecibles. Aunque con el tiempo le siguió el ritmo a la habladuría de Sunghoon, disfrutando de su compañía como cada vez.

...

RUMORS | HEESUN AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora