Sunoo se terminaba de limpiar cuando logró ver el mensaje del número que desconocía, así que se preocupó demasiado al notar el contenido de este y la forma tan rara que estaba escrita. Leyó repetidas veces el mensaje tratando de descifrar quien lo habría enviado, pensativo de que hacer —bloquearlo simplemente o responder—. Con la indecisión colmando decidió de una vez por todas contestar, al fin y al cabo si era un acosador podía denunciar.
Se medio sentó en la cama individual del dormitorio y, por inercia, miró al rededor, buscando si había presencia alguna de su compañero.
Pronto volvió su mirada a su celular, sin embargo, al tener el teclado apareciendo, se le borró toda palabra para escribir, dándose cuenta de que en realidad no había ninguna idea en su cabeza de alguna excusa por si era alguno de esos acosadores peligrosos. Pensó en cientos de excusas que podrían funcionar, dando con la más obvia y fácil.
Al terminar de escribir los textos, se dio por vencido; tirándose en la cama de golpe, suspirando escandalosamente, mientras ponía su ante brazo en sus ojos para obstruir la luz del día que molestaba su vista.
Aunque el silencio prolongado en el dormitorio no duró mucho porque pronto su compañero de habitación: Ni-ki, entró tarareando una canción que Sunoo no conocía en absoluto.Sunoo levantó solo su cabeza, asomando su vista, viendo cómo Riki iba vestido para salir a algún lado, así que la duda por saber lo inundó y no se quedó con las ganas de preguntarle.
—¿A dónde vas a ir, o por qué estás vestido así? —Preguntó Sunoo, sentándose.
Sunoo solo pudo observar a Riki intentando ignorar su pregunta, o eso pudo él dar por hecho al notar como recogía uno de sus pantalones que estaban tirados en el piso, dejándolo después en la canasta para luego salir del dormitorio.
Así que Sunoo de inmediato dejó a un lado la pereza y se levantó de la cama, saliendo del cuarto y persiguiendo a Ni-ki, insistente por una respuesta.
»¿Vamos a algún lado hoy? —Cuestionó de nuevo hacia Riki—, No que yo recuerde —Se negó ante su propia pregunta, susurrante.
—Voy a comprar, ¿Quieres algo?
—¿A comprar? —Sunoo dijo, curioso por saber—. Sabes que no podemos salir a cada rato, a menos que nos digan.
Riki se volteó a verlo, mirándolo y esperando a que siguiera hablando, si tenía más que decir.
—Pero le dije a al señor Choi, me dijo que podía si era discreto. Además no es como que no podamos salir.
—Pero-
Sunoo se quedó con la palabra en la boca al Ni-ki salir de una vez por todas, cerrando la puerta sin esperar que Sunoo le dijera más. Él bufó, mientras se regresaba al dormitorio y se aventaba de nuevo en la cama. Jay y Jake habían ido al estilista para sus nuevos colores de cabello por el comeback, así que Sunoo ahora estaba solo con las ansias esperando por una respuesta de el desconocido que le había enviado intrigante mensaje.
No supo cuánto tiempo pasó con la almohada situada en los ojos, pero cuando escuchó la vibración de su celular; inmediatamente quitó la almohada que le estorbaba, y sus manos dieron con él, desbloqueando este apresurado.
Sunoo cuando leyó la esperada respuesta no supo que hacer, solo pudo quedarse quieto viendo bien el mensaje de texto por segundos. No podía creerlo, jamás pensó que Heeseung le tomara importancia a su número, tal vez tenía la esperanza que le mandara algún mensaje, pero los días habían pasado y la esperanza decayó.
Estaba emocionado, pero un pensamiento de que tal vez estuvieran jugando con él, lo invadió, así que una medía sonrisa apareció en su rostro.
—No soy tan tonto. De seguro eres un maldito que quiere jugar conmigo —Murmuró para él con una sonrisa—. Sí, como no, Lee Heeseung. ¡No vas a tener información, acosador!
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RUMORS | HEESUN AU
Fiksi PenggemarHeeseung es un idol de kpop con una carrera de más de cinco años. En todos esos años: ha sido caracterizado como un idol decente y sin problemas, nada de rumores de citas ni de actitudes problemáticas; simplemente es un ángel, como lo suelen llamar...