Heeseung es un idol de kpop con una carrera de más de cinco años. En todos esos años: ha sido caracterizado como un idol decente y sin problemas, nada de rumores de citas ni de actitudes problemáticas; simplemente es un ángel, como lo suelen llamar...
Tuve mi primera guitarra a los ocho años. Mi madre lo había comprado en oferta en una tienda de segunda mano en el barrio de Namyangju. La madera de la guitarra se veía barata y vieja y la pintura marrón se veía recién puesta por las gotas secas en la guitarra. Cuando mamá me la dio me dijo: te compraré una mejor más adelante, después me revolvió el cabello con una sonrisa que mostraba las arrugas de sus ojos. Ni siquiera me fijé, no discutí ni me sentí decepcionado por que mamá me comprara una guitarra que se podría decir “chatarra”; estaba emocionado, demasiado emocionado que solamente agradecí en un fuerte abrazo. Al fin, a mis ocho cortos años de edad, rasgué la primera cuerda.
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Octubre/10/2021.
Hace una horas habían sacado el vídeo de la nueva canción. El tiempo de promocionar había llegado ya y yo solo podía sentir la brocha en mi párpado dando fuertes golpes sobre él. Había llegado a acostumbrarme al apuro del personal y los estilistas cuando solamente faltaban quince minutos para que salga al aire.
Podía escuchar un poco lejos a Seokmin dando indicaciones al personal que estaba a cargo de la presentación. Mientras tanto la estilista había terminado con mi párpado izquierdo y había comenzado con el derecho. También en la televisión de dieciséis pulgadas se reproducía el programa de variedades en el que me iba a presentar ahora. Decían una y un montón de cosas para dar relleno en lo que me anunciaban.
Poco escuché cuando un hombre gritó desde la puerta que ya estaba todo listo: en cinco minutos al aire.
La estilista dejó en paz mis párpados y dejó sus brochas sin cuidado en la mesa del tocador, el sonido de las brochas contra la mesa se escuchó demasiado escandaloso para mí por el material que estaban hechas. Entonces Seokmin indicó a los demás que estaba todo bien y que el se encargaría de mí.
—Escucha —Seokmin tomó una respiración inconsistente, probablemente por el ajetreo del que se había encargado—, si te llegas... llegas a temer, no importa, lo dejas.
Entendí por completo lo que dijo apesar de que lo había dicho de una manera que se podía decir sin contexto. Asentí, y arreglaba el monitor en mi oído. Seokmin no tardó en ayudarme en arreglarlo.
La multitud se escuchaba un poco más cada vez que me acercaba al escenario. Desde ya podía ver a la fila de fans que habría cuando me posicione para presentar una de las pocas canciones de baladas que había sacado en estos ya casi seis años de carrera.
Cuando salgo a la luz puedo oír gritos que se escuchan casi lejanos, y las cámaras especiales para grabar todo. Entonces es ahí donde empieza todo.
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