ᴍᴀʀʏ ||ꜱᴛᴇᴅᴅɪᴇ||

ɪɪɪ

-Eddie- susurré al ver como comenzaba a quedarse dormido durante nuestro examen final con la señora O'donnell. -Edward- mascullé en voz baja.

-Señor Harrington- llamó la mujer haciéndome poner la vista al frente. - ¿Va a guardar silencio? O tendré que retirarle el examen.

- ¡No!- dije rápidamente haciendo que unas cuantas personas me miraran. -Quiero decir, no. Lo... Siento- apreté los labios y bajé la vista a mi examen mientras con el rabillo del ojo observaba a Eddie.

- ¡Edward Munson!- la profesora golpeó la mesa y Eddie dió un pequeño brinco sobre su lugar.

Desvié la mirada hacia la ventana, conteniendo el impulso de tocar mi vientre, me sentía mal por él, desde que vivíamos juntos y había comenzado a trabajar apenas y le daba tiempo entre salir de la escuela y correr al trabajo, y después del trabajo volver a casa para hacer la tarea; estaba cansado... Y eso me hacía sentir mal.

- ¿El examen le parece aburrido?- preguntó y Eddie negó. - ¿Le gustaría ir al baño y lavarse la cara? O tal vez tomarse un café, lo que usted prefiera.

-No, lo siento... Estoy bien- algunas risas sonaron en el salón y Eddie solamente se limitó a acomodarse sobre su asiento para seguir en su examen.

Seguí respondiendo hasta que la campana sonó.

-Bien, comiencen a pasar los exámenes de atrás hacia adelante para que los entreguen.

Todos entregamos las hojas y pude ver una cara de tristeza y angustia en Eddie.

O'donnell acomodó las hojas sobre el escritorio mientras algunos se estiraban o conversaban.

-Las calificaciones finales estarán mañana fuera del aula en el tablón, en unas listas, ahí podrán saber quiénes se graduarán y quienes no; suerte futuros universitarios- muchos alumnos agradecieron y otros tantos sólo asintieron mientras salían.

-Vamos Edd- murmuré en cuanto pasé junto a él y se levantó del asiento para salir junto a mí.

-Soy un maldito desperdicio para la escuela- soltó tallando su rostro con las palmas de sus manos y yo acaricié su espalda.

-Oye, no digas eso, el bebé te está escuchando- susurré bajando la vista a mi abdomen el cual no se notaba ya que usaba una sudadera holgada de Eddie.

-Perdón Steve, pero en verdad no creo que vaya a aprobar ese examen final, me faltó responder casi la mitad.

-Sólo... Debemos confiar en que todo saldrá bien.

-No lo sé Tev, no lo sé- sacudió un poco la cabeza y pensé unos segundos.

-Quizás si sientes a bebé eso te anime ¿Quieres?- pregunté y Eddie me miró con una pequeña sonrisa.

-No entiendo aún qué hice en mi patética vida para que el destino me enviara a dos personas tan lindas.

Esperamos a que los pasillos estuvieran casi vacíos, entramos a los baños inspeccionando que estos también lo estuvieran y entramos para después cerrar.

-Pero antes, tal vez unos besos- murmuró cerca de mi rostro antes de tomarme por la cintura con mucho cuidado y acercarme a él, comenzando así a besar mis labios con suavidad.

Coloqué una de mis manos sobre su nuca mientras acariciaba su cabello.

-Ahora es turno de besitos para mi bebé- dijo cuando se separó de mí y yo sonreí, subiendo un poco la sudadera para dejar ver mi vientre un poco más abultado.

Eddie solamente se hincó a la altura de este y dejó un pequeño beso antes de hablar.

-Hola bebé, te extrañé mucho ¿Sabías? Detesto estar en la escuela y no poder hablar contigo ni besar a papá, es una maldita pesadilla- dijo y sonreí. -Pero al menos podemos tener estos pequeños minutos en familia, disfruto esto.