D-dier Un Amor Inteligente

Más allá de la ficción

Iker miraba las solicitudes apiladas en su escritorio. Todas y cada una.

Cada solicitud narraba una historia y dejaba saber sobre los profundos sueños de amor del solicitante.

Esa era la parte que a Iker le apasionaba pues en cada prototipo ponía los sueños y esperanzas de una persona, para volverlos realidades en un droide. El cual nacía con las características físicas que él escáner daba. Sorprendiendo en más de una ocasión al cliente. Pero dejándolo satisfecho al cien por ciento.

En cuanto al carácter del droide también era hecho por el lector que estudiaba cada característica tanto del cliente como del prototipo que solicitaba. Sumando las experiencias agradables, tristes o desagradables de este.

Fue una solicitud la que le dio más curiosidad de pasarla por el lector.

Jacob Salazar...

Mientras esperaba el resultado del lector Iker aprovechó para terminar de revisar uno de los prototipos antes de pedir a su asistente que llame a los clientes que solicitaron sus droides, para que pasen por ellos para las entregas oficiales.

La alarma del escáner le indicó a Iker que la lectura estaba hecha y se sorprendió enormemente...

La pareja de Jacob Salazar era nada mas y nada menos que un droide masculino.

Leyendo las características de personalidad que llevaría el droide si se realizaba, y movido por una insana curiosidad Iker observó la figura que se mostraba en la pantalla...

Era simplemente diferente al canon de belleza que su mujeriego amigo aprobaría.

Iker asustado llamó a Saamantha quien en el cuarto contiguo hacía sus propias revisiones con los prototipos ya listos.

—Sam, necesito que vengas a echar un vistazo a esta máquina que creo se averió.

Samantha se quitó los anteojos con gran aumento que usaba para revisiones y de inmediato se trasladó hasta donde estaba Iker.

—¿Qué maquina se averió?, —Sam miraba al rededor como si tuviera el súper poder de detectar qué máquina estaba averiada.

—La del lector, —Iker tomó la mano de su prometida la cual llevó hasta donde estaban los resultados de Jacob.

Samantha revisó cada prueba no una sino cinco veces, para terminar corroborando lo que ya sabía al ver el prototipo que se ajustaba a las necesidades y gustos de Jacob,

—No hay error Iker, —Samantha de manera solemne dio la noticia a su desconcertado prometido.

—La pareja ideal de Jacob es un chico y yo ya lo sabía. —Iker la miró desconcertado sin lograr entender algo de aquella afirmación.

—¿Hiciste la prueba antes?, porque el lector no me avisó.

Samantha negó con la cabeza, —no cariño, hace unas semanas yo metí a Jacob para que elija un prototipo de su gusto, y a pesar de que las miró con deseo y las tocó, no hubo más reacción. Peeero, cuando vio a los prototipos masculinos, sus reacciones fueron otras muy diferentes a las de antes, así que él lo aceptó.

Iker escuchaba todo aquello como si su prometida le explicara que el mundo sería destruido en unos minutos. —¿Me estás diciendo que Jacob es?...

Samantha no lo dejó terminar, —es un humano que se puede enamorar del género que quiera, Iker.

Iker suspiró. —¿él sabe de tu pequeño descubrimiento?.

Samanta leía los resultados una vez más.

—Claro que lo sabe y creo que estaba tan o más sorprendido que tú.

Iker miraba también los resultados y el prototipo sugerido. —Esto es una sorpresa, debo admitirlo.

Samantha sonrió con complicidad, —¿intentamos hacerlo?.

Iker suspiró, a veces tenía miedo de su temeraria novia, pero tenía más miedo de que su mejor amigo termine solo así que con determinación dijo,  —¡hagámoslo!.

Jacob llegó a su lujoso departamento. Una vez más solo. Y haría lo que había hecho cada maldita noche desde la última vez que había visto a aquellos droides en el laboratorio de sus amigos... Buscar porno gay y masturbarse al ver esos deliciosos traseros de hombres.

Citas con mujeres no le habían faltado, pero seguía sin ser lo que los cursis llamaban feliz. Ahora solo parecía desear no pensar más en su patética situación, pues como mujer maltratada se pondría a llorar y no creía tener la fortaleza suficiente para parar.

No, no quería que su lado gay saliera para hacer de él toda una reina del drama, aunque al paso que iba la corona la tendría de por vida.

—¿Podemos vernos hoy?, —la voz del otro lado hizo sonreír a Iker, quien desde hacía casi cuatro semanas no veía a su mejor amigo.

—Claro Jacob de hecho queremos pasar a verte para llevarte la invitación a la boda.

La risa de su amigo sonó desde el teléfono, —Sabes Iker que si quieres huir yo te ayudaré, —Iker dejó escapar una risa divertida.

—Oh amigo, aprecio tan noble ofrecimiento pero mi corazón ya fue tomado.

Jacob sonrió, —debo alejarme de ustedes pues me empiezo a sentir raro.

Iker se mordió la lengua callando cualquier comentario inoportuno, —bueno zoquete te vemos en un par de horas.

Jacob abrió la puerta y delante de él como prometieron estaban los flamantes enamorados.

—Hola a ustedes, —saludó Jacob mientras besaba en la mejilla a Samantha y a Iker le daba un abrazo.

—Hola a ti respondieron.

Jacob los invitó a pasar.

—Así que por fin ya se mataran, digo se casarán, —dijo juguetón a sus amigos quienes lo miraron socarronamente.

—Así es, dijo Samantha. —y por eso te hemos traído la invitación y a pedirte que seas mi padrino, Iker abrazaba por los hombros a Jacob quien abría el bonito sobre, —Mmmm así que ¿podré llevar pareja?, —jacob mostraba los dos intransmisibles.

—Así es, Samantha tomó del brazo a Iker, mientras Jacob leía la invitación.

—Esto es en un mes, Jacob sintió que era demasiado pronto, su voz mostraba algo de asombro y tristeza.

—Por nosotros sería mañana, pero tenemos algunos trabajos que terminar y queremos dejar todo listo antes de partir a la luna de miel, —la pareja se dio un tierno beso delante de Jacob, ajena a la soledad que este ya sentía.

—Les deseo lo mejor a ambos, y ya saben si quiere alguno de ustedes escapar búsquenme, —Jacob abrazaba a la pareja.

—Jacob sospecho que el mejor regalo de bodas te lo daremos nosotros, —dijo Iker sonriente.