Me pasé la noche dándole vueltas a lo que me había contado Jeonghan sobre su hermano. Había negado constantemente necesitar ayuda y al final había terminado perdiendo la vida. ¿Podría haberle pasado igual de no haber intervenido mi salud física? Si no me hubiese estado a punto de dar un infarto, ¿habría aceptado esa ayuda?
Me miré en el espejo sonriendo ante el pequeño tanga rojo que me había puesto. El encaje se sentía fenomenal sobre mi piel y no era difícil encajar mi pene para que no se sintiese completamente comprimido. Ante mi imagen reconocí que no importaban los "y sí", estaba recibiendo la ayuda que necesitaba y era lo importante. No volvería a dar por garantizada mi salud mental. Llevaba ya varios días usando la ropa interior que deseaba y me sentía bien con ello. Era sutil y aunque no cubría todos mis deseos, se acercaba los suficiente a la libertad. Entre eso y no tener que tomar decisiones, la vida en el rancho estaba haciendo desaparecer el gran peso que llevaba en los hombros. Nadie dependía de mí, no había que continuar conversaciones constantes, no tenía que esconderme por completo.
— Buenos días —Anunció Woozi con un gruñido entrando sin avisar y tirándose a mi cama.
—Buenos días, Gremmlin —Le dije entrecerrando los ojos y colocándome una camiseta que rezaba: "No mourners, no funerals". La había conseguido en una de las últimas ferias del libro a las que había podido ir cuando Seis de cuervos estaba a la última moda—. Necesitamos límites —Me quejé, aunque sin fuerza. La confianza entre nosotros había crecido por lo que solíamos entrar en nuestras habitaciones sin tener que tocar. Sabíamos que no teníamos que escondernos y como éramos los únicos que lo hacíamos, no había miedo a ser sorprendidos por otro de los habitantes del rancho.
— Puff... Demasiado tarde —Woozi miraba el techo queriendo volver a dormir—. Vamos a por café antes de que decida matar a alguien.
Negué con la cabeza ante su actitud. Era un cambio de trescientos sesenta grados por las mañanas. Podía acudir con su peluche, frotándose los ojos y abrazándome para buscar mimos o llegaba arrasando con todo ante la falta de cafeína. Por eso, terminé de vestirme con rapidez y bajamos a la cocina donde Mingyu y Jun se quejaban como era habitual por la falta de sueño. Chan les observaba por encima de la Tablet donde leía el periódico y les regañaba porque de haber dejado a tiempo el videojuego, ahora estarían frescos como una rosa. Julia, pese a ser su día libre, y Seungkwan hablaban sobre si era mejor la comida española o la coreana en términos de salud.
— Buenos días, precioso —Me dijo Jeonghan en cuanto me vio. Estaba preparando las bebidas y no tardó en acercarme una taza de té con un breve beso en los labios que me robó la inspiración, dulce, profundo y lento.
Los demás empezaron a silbar como si fuesen un grupo de adolescentes con las hormonas revolucionadas. Jun y Mingyu llegaron tan lejos como para cantar: "Seungcheol y Jeonghan sentados bajo un árbol...". Me ruboricé por completo, pero en vez de apartarme, me escondí en su pecho murmurando que eran tontos. Aquel lugar era seguro. Podía estar con Jeonghan sin que nadie me hiciese sentir mal. Por dentro solo podía sonreír al saber que a mi ranchero favorito no le importaba mostrarme cariño pese a estar con su familia. Era buena señal para saber que no era el único que estaba cayendo en los encantos de aquella dinámica que habíamos empezado.
—Por favor, no me lo espantéis —Les regañó Jeonghan sin poder borrar la sonrisa de su rostro—. Me gustaría que se quedase conmigo y no huyese por vuestra culpa —Luego se inclinó y me susurró—. Mi venganza por las amenazas de Joshua ¿Sabes lo que ha sido escucharle decir que quiere teñirme el pelo de verde?
— ¿Y no has querido huir? Joshua se toma muy en serio sus amenazas capilares.
— Mmm... Lo pensé —Le golpeé ganándome sus carcajadas—. No voy a huir, precioso, me vas a tener que aguantar a mi y a mi bañera llena de productos —Ante eso, mi mente no pudo evitar imaginarse lo que sería bañarme con él, verle...
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Los hombres de El valle 1 - El abogado y el ranchero (Jeongcheol) [+18]
FanficESTA HISTORIA ESTÁ PUBLICADA EN AMAZON EN FORMATO KINDLE Y PODRÁ LEERSE EN KINDLE UNLIMITED. Cuando las decisiones de Seungcheol le llevan al hospital, es su hermano Joshua quien toma las riendas por él: un mes viviendo en el rancho de su mejor ami...