Maybe in Another Life || Omegaverse Luzuplay ||

Capítulo 9

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Narra Auron:

Y nuevamente me encontraba en lo más bajo y hondo de lo que podía estar, muchos pensarían que después de un parto la mamá debería ser la más feliz del mundo, ya sea por qué la carga hormonal y el trabajo pesado ya había acabado o por qué al fin podrías ver a tu hijo y tenerlo entre brazos, bueno Perxita y yo pensábamos igual, que todo sería más bonito y feliz después del nacimiento de Axo, pero no fue así, nada más salir del hospital y llegar a casa me encerré en mi habitación solo, sin ganas de ver a alguien, sin ganas de estar con mi bebé.

Estar encerrado durante días sin comer, hablar o dar alguna señal de vida hacia que inevitablemente Perxita intentará entrar y verificar que todo estuviera bien, hacerme salir o de menos hablar, jamás lo consiguió, noche tras noche se apartaba de mi puerta con los ánimos abajo, empecé a admirar a Perxita después de eso, pues durante todo esos días el no solo se encargo de mantener la casa, si no de asegurarse de que Axo y yo siguiéramos con vida.

En esos días de completa soledad y tristeza mis más amargos recuerdos y experiencias salieron a flote haciendo que mi ansiedad volvieran, el contaste recuerdo de todas las infidelidades que Luzu me hizo pasar, su abandono y nuestro doloroso adiós eran los constantes recuerdos los cuales tuve que volver a vivir en ese pequeño cuarto oscuro, haciéndome rogar por qué pararán, orillandome cada vez más a tomar una última opción, el desaparecer por completo de este mundo, un Omega con un lazo roto y sin los intestinos maternales, no tenía motivos por los cuales seguir adelante, seguro Luzu se reiría sobre mi tumba, diciendo que él siempre tuvo razón y que no servía ni para cuidar a un hijo, los únicos tristes por mi muerte solo serían Perxita y mis hermanas.

Pero en ese punto en el que el suicidio parecía ser la única salida, cierto día llegó hasta mis oídos el llanto de cierto bebé, al principio trate de ignorarlo, cuando pasaba esto Perxita solía acudir al llamado de Axo y lo callaba al instante, pero está vez no fue así, Axo lloró por un buen rato, intenté cubrir mis oídos, ignorar los lamentos de Axo y de mi Omega por querer ir a ver a su pequeño cachorro, pero todos mis intentos de seguir encerrado e ignorar a Axo acabaron cuando los llantos acabaron de un momento a otro seguidos de un fuerte golpe en seco, abrí los ojos de par en par y mi corazón dejo de latir por un momento.

Salte de la cama en un solo movimiento y con aquella adrenalina abrí la puerta, llegando en un par de segundos a dónde estaba la cuna de Axo, tenía que asegurarme de que él estuviera bien, de lo contrario jamás me lo iba a perdonar, Axo era mi responsabilidad y lo abandone como si no fuera nada, tal y como Luzu había hecho conmigo ¿Por qué hice algo tan cruel con mi cachorro? No merecía llamarme su papá después de todo esto.

El alma me regreso al cuerpo cuando vi la cuna del pequeño Axo, el estaba bien con lágrimas en los ojos, pero mirándome fijamente, solté un suspiro por lo bajo cuando note que no tenía ni un solo rasguño, había sido solo un susto, él solo había aventado uno de sus juguetes al suelo, con lentitud y suavidad acerqué mi mano hasta él, le iba a dar una caricia en la mejilla, pero me detuve ¿Si quiera tenía el derecho de estar cerca de él? Me iba a alejar, claro que no tenía el derecho, fue entonces que su pequeña mano tomo uno de mis dedos seguida de una pequeña risa y ahí me rompí, volví a dejar que mis lágrimas salieran.

- Perdóname - Dije una y otra vez.

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- Perdón - Me dijo Juan con la cabeza baja y los ojos cerrados.

Yo rode los ojos y con los brazos cruzados lo mire con seriedad - ¿Por qué exactamente? ¿Por ocultarme lo que pasó entre Axo y Luzu? O ¿A caso será por el tratar de prohibirle a Axo que me contara cosas? -