7. Disculpas

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- Vamos, Violet. Te necesito.

- Ya te dije que no, aprende a hacer tus cosas por tu sola.

Recuerdo haber dicho molesta cruzada de manos. Era más que obvio que estaba enojada.

- Por favor... No seas una mala amiga.

Dijo Carol pequeña, tenía 12 años.

- No es que no lo sea, es solo que no quiero hacer todo por ti: tú tarea, respuestas del examen, limpiar tu cuarto, llevarme tus problemas. No es justo, Carol.

- Vamos, no te he pedido tanto. ¿Verdad, Mia?

Dirigió su mirada a Mia, ella siempre estaba de su lado.

- ... No, no seas una exagerada, Violet.

Dijo aquella con nerviosismo. En ese entonces, me quedé decepcionada de ella.

- Ves, por favor, hazme mi tarea, no está tan difícil.

- Hazlo tú entonces.

Había dicho con valor, para después irme a casa.

... Fue un gran error haberle dicho eso, en ese entonces.

Al día siguiente, al llegar a la escuela, veía a todos los niños mirándome y murmurando. Lo ignore en ese entonces, no creí que fuera importante. Al llegar al salón, veía aún a los otros niños murmurar sin dejar de observarme. Segundos después, Carol se acercaba a mi con preocupación.

– Violet, ayer alguien se robó mi dinero, lo había dejado en una bolsita de mi mochila pero... Ya no está, ¿sabes dónde podría estar o lo has visto?

Miraba como sus ojos se volvían rojos poco a poco al igual que su nariz. Yo solo negué con la cabeza.

- No lo he visto.

Dije seriamente.

- ¡Revisenle la mochila!

Dijo un compañero de clase, solo lo miré de reojo.

- Carol, quedamos en que le íbamos a revisar la mochila a todos los que llegarán, hay que hacerlo.

Dijo “susurrando” una de sus amigas.

- Ella es mi amiga... No me haría eso.

Dijo ya con lágrimas sobre sus mejillas sonriéndome.

- ¿Y si te equivocas?

Dijo aún “susurrando”. Carol dudó un poco, me miraba de reojo. Al final asintió.

Cómo sea, yo no tome su dinero.

- Espero que lo entiendas, Violet, es solo para confirmar.

Dijo Carol agarrando mi mochila, me dedique a solo observar.

- Adelante.

Dije segura.

Veía a su amiga revisar mi mochila, abriendo todas las bolsas que había. Mi sangre dejo de recorrer por mi cuerpo al ver cómo ella sacaba dinero amarrado por una liga.

- Vaya amiga.

Dijo la chica con el dinero en la mano, mirándome con desprecio. Volteó a ver a Carol, mi miraba sorprendida y decepcionada. Empezó a llorar más al tomar el dinero. Sentía los ojos de mis demás compañeros en mi, murmurando y mirándome juzgadamente.

- Y-yo no hice eso.

Dije demasiado nerviosa, me sudaban las manos al igual que la frente.

- Seguro que no.

Mi relación "perfecta"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora