3. Problemas

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A esto me refiero de que nada dura, el maldito despertador me despertó hace como tres minutos. No me he levantado y no quiero hacerlo. Pero tengo que.

Hago lo mismo que todas las mañanas, arreglarme. Supongo que es temprano, creo que me alcanza para desayunar, ayer no siquiera me lleve lonche en la escuela por estar enojada, que chistoso. Salgo de la habitación y voy a la cocina, veamos que tenemos para desayunar.

... Nada, no hay absolutamente nada, ¿qué carajos? Estoy segura que deje algo de comida en el refrigerador, pero al parecer, Sebastián se lo comió, ¡se comió todo! ¡Había dejado un montón! Suspiro molesta y me fijo en el reloj, no tendré tiempo para comprar y hacerme desayuno... Bueno, si pero no para comerlo, más en lo que camino, nop, mejor lo dejo así.

Voy a mi habitación y sacó mi dinero de la comida de la caja en la que tenía guardada detrás del mueble, son varios billetes, la escondería debajo de la cama pero si un ladrón entra, lo primero que se fijara es debajo de la cama, detrás del mueble lo tienes que mover, asi que.

Salgo de casa, se me hizo raro que Sebastián no se haya despertado, pero bueno. Camino y camino en dirección a la escuela, o al parque cerca de la escuela, me queda unos minutos y puedo esperar ahí.

Al llegar, me fijé si había una bancas en las que pueda ver la escuela cuando abran, y si, encontré la perfecta. Me siento en esta y coloco mi mochila a lado mío. Miro mis pies, y contempló mi uniforme.

Mis zapatos son negros con agujetas y las medias son del mismo color, me llegan hasta el muslo, la falda es gris y está un poco arriba de las rodillas, la camisa es blanca de manga larga, el saco es azul marino y tiene la insignia de la escuela y la corbata es, ¿fiusha? Con azul. No está nada mal.

Me fijo en la hora del celular, faltan como 18 minutos para que abran, suspiro. Muevo un poco mis piernas jugando, enfrente y hacia atrás, con las manos en la banca. Espero y espero, siento que falta una eternidad. De la nada, siento como alguien se sienta a lado mío, volteó y era... ¿James? Estaba leyendo un libro, muy concentrado.

- ¿James?

Al escuchar su nombre, me miró con el ceño fruncido, al darse cuenta que era yo, sonrió.

- Oh, Violet, buenos días.

- Buenos días - Reí nerviosa.

- No sabía que venías a esta banca - Dijo cerrando el libro.

- Rara vez vengo, ¿y tú?

- Yo de hecho vengo todos los días a sentarme aquí a leer.

- ¿Enserio? Que, que bien. Estoy esperando a que abran la escuela.

- Es temprano todavía, supongo que has estado aquí varios minutos.

- Solo unos cuantos, pero creo que ya van abrir.

- Eso esperemos.

El silencio después de eso me puso un poco incomoda. No sabía que venía a este parque a leer.

- El parque aquí es muy tranquilo - Hizo una pausa - Es por eso que me gusta estar aquí - Dijo mirando en frente.

- ¿Te gusta la tranquilidad?

- ¿A quien no? - Dijo mirándome.

Bueno, eso es cierto.

- Los únicos ruidos que puedes escuchar, son los pájaros cantar, los carros pasar, pero no es tan seguido y los árboles moviéndose por el viento, escuchar sus hojas chocar con tranquilidad y sin fuerza... Es hermoso.

Al parecer si le gusta mucho este parque.

- ¿No te desconcentra los ruidos al leer?

- Para nada, ¿a ti si?

Mi relación "perfecta"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora