25

1.5K 138 16
                                    


- ¿Qué?

Comienzo a jugar con mis dedos sin saber cómo explicarlo. Porsche me observaba perplejo, casi sin poder creerlo. No lo culpo, quizás yo tampoco me lo hubiera creído siendo él.

- M-me iré con Vegas de viaje. - Balbuceo.

Finalmente levantando la mirada para cruzarla con la de él. Suelto un suspiro y froto mi nuca al ver que no me contesta.

- Mi madre y ella se organizaron, sabes que son amigas.

- Hubieras dicho que no. - Porsche alza una ceja. - ¿Qué demonios contigo?

- N-no, yo... - Tomo aire y lo retengo unos segundos. - Verás, Vegas ha cambiado un poco. Es decir, ahora él... - Carajo Pete, miente rápido. - Es ahora más dulce conmigo.

- ¿Dulce? - Porsche niega con la cabeza mientras une ambas cejas.

- No te lo había dicho porque... bueno, quería asegurarme que no era un engaño. Pero él cambió. - Oh, claro que lo hizo. - Podríamos hacer bien las paces, además, tú andas muy pegado a Kinn últimamente. ¿Qué se traen?

- Nada. - Contesta fríamente mi mejor amigo mientras desvía la mirada. - Ese es otro asunto... el que me preocupa eres tú. Es que... ¿te estás escuchando? ¿Debo recordarte lo que Vegas hacía contigo de pequeño?

Trago saliva y también desvío la mirada. El ambiente se tensa rápidamente.

- No necesitas recordármelo, estoy consciente de ello. - Contesto viendo el suelo.- Pero algunas veces es mejor seguir adelante en lugar de aferrarse al pasado.

- Pete, ese tipo de cosas no se olvidan o perdonan fácilmente. - Porsche toma mi hombro, buscando mi mirada pero se la evito. - ¿Recuerdas nuestra promesa? ¿Salimos juntos o nos hundimos juntos? Estamos saliendo juntos adelante, no permitas que te vuelva a hundir.

Ya me hundí, Porsche.

- Lo sé, solo quiero... darle una oportunidad. - Finalmente lo observo. - Una no hace daño. Creo que tú se la diste a Kinn, fuiste a su fiesta.

- Que haya ido a su fiesta no significa que esté perdonado. - El semblante de Porsche se endurece. - De acuerdo, me gusta, tengo cierto afecto por él pero eso no significa que me lance a sus brazos a profanarle amor eterno.

- No hablo de eso. - Ruedo mis ojos.

- Lo sé, me refiero a que aun si lo perdono, nunca voy a olvidar todo lo que me hizo. - Porsche suelta una risa. - Es muy guapo y encantador, pero mi rencor puede más que cualquiera de sus encantos.

- Es malo guardarse esas cosas. - Murmullo en voz baja.

- Vamos. -- Porsche me da un codazo. - Es como si Vegas viniera mañana con un ramo de flores y te pidiera ser su novio. ¿Aceptarías?

- ¡Dios, no! - ¡Dios, SI! exclama mi subconciente. Aunque se me hace muy raro ver a Vegas con flores y ramos. Es como si la luna y el sol se juntarán aunque... existen los eclipses...

- ¿Lo ves? - Porsche alza sus hombros. - No es tan fácil como parece. Podrás darle una oportunidad, está bien, solo te pido que no olvides quién fue. Los demonios del pasado muchas veces alcanzan al yo del presente.

- Lo entiendo, tendré cuidado si a eso te refieres. - Le sonrío para reconfortarlo un poco. - Gracias Porsche.

- Eres mi mejor amigo, te hace algo y lo mando al hospital. No me importa. - Porsche igualmente me sonríe. - Algo que no quieras y se las ve conmigo.

Eres mi mascota....VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora