Capítulo 7.

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-¿Os apetece comer en el Burger King? -preguntó Harry.

Acabábamos de volver al instituto para nada. Supuestamente teníamos que esperar a Victoria allí, pero había decidido no venir y no avisar a nadie así que cruzamos medio pueblo en pleno 20 de junio a las 12 de la mañana para nada.

Estuvimos hablando un buen rato sobre dónde comer. La verdad es que no teníamos mucho donde elegir: Burger King, Cien Montaditos, chino, Foster Hollywoods...

Al final, teniendo en cuenta que casi no llevábamos dinero nos decantamos por el Burger.

Mientras volvíamos al pueblo, Kate y Logan se quedaron hablando y Harry me apartó del grupo.

-¿Qué opinas de Logan?- me preguntó cuando ya no nos podían oír.

-¿Tú también? Pues que es un tío simpático y...

-¿Cómo que yo también?- preguntó interrumpiéndome.

-Ya me ha intentado convencer tu novia de que me líe con él.

-Así que ella también se ha dado cuenta...

-¿De qué?- pregunté.

-¿Quieres liarte con él?

-No. -enarcó una ceja y me di cuenta de que hasta yo misma estaba dudando. -Eh...no sé...

-¿Qué tendría de malo?

-Marcos se podría enfadar...-según lo dije me di cuenta de la estupidez que estaba soltando por la boca. Que se enfadase si quería, tenía derecho a hacer lo que me diese la gana igual que estaba haciendo él.- Que se enfade si quiere,- seguí hablando.-  puedo hacer lo que quiera.

-Claro.

-Igual que está haciendo él. Y no me puede echar nada en cara.

-Claro que no.

-Y Logan es muy buen partido.

-Es verdad.

-Y si Rose se enfada, que la den a ella también.

-Que la den.

-¿Y si Logan no quiere?

-Tú eres tonta, claro que quiere.

Volví a repasar los pros y los contras mentalmente. Por un lado, si me liaba con él tendría problemas con Rose seguro, si Marcos se enteraba estábamos acabados (más todavía) y yo seguro que me sentía mal después, además que soy demasiado escrupulosa como para liarme con el primero que me pasase por delante. Pero por otra parte no podía estar tan mal. Era buen chico, buen amigo, bastante guapo, muy simpático y por lo que había podido conocer de él, buena persona. Podía liarme con él y quedar como amigos, tampoco creía que él fuese a querer algo más...¿no?

-Vale. Pero a las cuatro. En la plaza.

-¿Por qué?

-Digamos que es mi hora buena.

-¿Entonces os liáis?

-Si quiere sí...

Imitó la sonrisa anterior de su novia a la perfección. Mi cerebro no paraba de advertirme que el día anterior me empezaron a hacer una encerrona que se habíá prolongado hasta ese momento y no había sido capaz de darme cuenta. Pero, ¿qué más daba eso? Si me estaba utilizando para darle celos a Rose, yo le iba utilizar para dárselos a Marcos. Puede que me equivocase...

Llegamos al Burger sudando. Tenía que hacer por lo menos 35º, un horror de calor.

Todavía era la una y media y ya estábamos en la puerta así que decidimos sentarnos en un banco que había en frente.

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