Capítulo 17.

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Vi venir una catástrofe y no supe encontrar ninguna forma de impedirlo.

Uno de mis mayores temores y a la vez uno de mis sueños: tener a Logan y a Marcos juntos.

Por una parte tenía miedo de cagarla y demostrarme a mí misma que quería a Marcos todavía, que Logan se diese cuenta y que se fuera todo a la mierda. No sabía exactamente qué éramos Logan y yo, pero me gustaba. Sin embargo por otra parte tenía unas ganas increíbles de ver a Marcos sufrir tanto como lo había hecho yo. Y si podía hacerle daño con Logan, mejor. Pero eso no era justo.

Supe que si me quedaba allí parada, sentada, y dejaba a Marcos decir lo que quisiera que viniese a decir y a Logan escucharlo iba a cambiar todo. Principalmente porque no sabía cómo iba yo a reaccionar.

Tuve la urgente necesidad de salir de allí corriendo y que se matasen entre ellos si querían. Pero no quería estar presente y, además, no podía hacer eso.

Suspiré, me pasé la mano por la cara, me levanté y miré a Marcos. Nunca antes había mirado a alguien así. Fue una mezcla de odio, rencor, decepción y amor. Le vi pararse y girar el cuello como si se estuviese preguntando qué estaba haciendo. Aproveché el momento para avanzar hacia Logan, que me estaba mirando ya sin sonreír y también se estaba preguntando qué estaba haciendo. Supuse que no había visto a Marcos porque no estaba matando a nadie con la mirada.

Me acerqué a él y le giré para impedir que le viera. Miré de reojo a Marcos y vi que tenía la boca abierta. Supongo que no se lo esperaba.

-Hola.- dijo Logan mientras recuperaba la sonrisa.

-¿Nos vamos?- le pregunté.

-Me quiero sentar, que vengo andando rápido.- respondió él. Se giró para dirigirse al banco en el que yo estaba (ahora ocupado) y no pude evitarlo. Se vieron. Se miraron. Suspiré y miré hacia abajo. Parecía que el tiempo se había parado y sólo estábamos nosotros tres. Marcos me miró con tanto asco que hasta a mí misma me sorprendió. Era increíble que me mirase así. No tenía ningún motivo para hacerlo. Logan se giró y me observó y yo levanté la cabeza para mirarle. Me estaba mordiendo las uñas y estaba empezando a sentir un mareo y a ponerme blanca.- Vámonos.

Logan empezó a avanzar y al ver que era incapaz de seguir su ritmo frenó un poco. Supongo que me vio blanca y con mala cara y se percató de que la hipotensión estaba dando de nuevo muestras de su existencia. Intentó ayudarme pero me crucé de brazos y le dije que no hacía falta. Empezamos a bajar por la calle de la tienda de la madre de Kate.

Íbamos callados. Joder, tenía tantas cosas que decirle y no podía pensar en nada que no fuese Marcos. Quería no intentar averiguar qué narices venía a hacer, pero la intriga me comía por dentro. Una vez más, me había jodido el día con Logan.

-¿Estabas con él?- dijo Logan de repente.

-Ni de coña, ha sido casualidad.

-Ah.

Quise hacerle tantas preguntas, decirle tantas cosas y poner miles de excusas...pero era mejor callarme, más preguntas tendría él y no estaba hablando ni para decir "esta boca es mía".

-¿Por qué no has salido?

-Ya te lo he dicho, había quedado contigo.

-¿Y por qué no me has hablado?

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