Capítulo 11.

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1 de julio.

Bendito seas, verano.

Por fin llegaba ese día que llevaba tanto tiempo esperando. Las clases se habían acabado, sólo iba a ver a la gente que me importaba ver y cuando yo quisiera, y para mejorarlo todo me iba a la playa.

Nos íbamos mi padre, mi madre, mi hermana y yo a un hotel de la costa. Las cosas económicamente no estaban muy bien y sólo fuimos nueve días, un lujo para otros. Supongo que teníamos suerte.

El día de la recogida de notas tanto Rose como su amiga se limitaron a agacharme la cabeza. Victoria no iba a nuestro mismo instituto pero tampoco me había vuelto a dirigir la palabra. Mejor.

Shawn se iba casi todo el verano a la playa y Lily estaba en un campamento perdida por el norte de España. Después se iba a Inglaterra.

Iba a ser una mierda de verano. Casi todos mis amigos estaban fuera y la única que estaba era Kate (seguro que pasaba más tiempo con el novio que con nadie). Marcos me amargaba la existencia, estaba en cada sitio, cada canción. Por suerte, cuando volviese de la playa pasaría el resto del verano en el chalé y nadie tendría que ver mi frustrada existencia.

El camino hasta la costa fue corto. La primera hora estuve durmiendo y el resto las alterné escuchando música y hablando con Logan. Ay, Logan, qué majo era. Cualquiera en su lugar me habría mandado a la mierda, cualquiera menos él. Si me daba por ponerme a pensar y me rayaba ahí estaba él, si me apetecía reírme un rato ahí estaba él y si necesitaba un hombro en el que llorar, ahí estaba él. Llevaba sin verle desde aquel maravilloso 20 de junio. Podría decirse que nos habíamos hecho amigos. Aunque no sé, era raro. Éramos más que amigos, pero...amigos, no sé.

Cuando llegamos al hotel deshice las maletas y me fui directa a la playa. Mis padres habían reservado dos habitaciones: una para ellos y otra para mi hermana y para mí. Estaban en la cuarta planta, lo recuerdo. Nada más pasar a la nuestra a la derecha había un baño, de frente un pasillo y al final una habitación con dos camas, una mesa con una televisión y una ventana que daba a una terraza desde la que se veía todo el hotel. Era pequeña pero acogedora.

El resto de la mañana fue estupenda. Las olas chocaban contra mi cuerpo con una armonía soñado. El sol emitía rayos de luz que se pegaban a mi cuerpo cambiando su color en sólo unas horas y la playa parecía haberme estado esperando.

Si iba a ser un verano de mierda, por lo menos iba a disfrutar de esos diez días.

Mis padres tardaron más en deshacer las maletas y colocarlo todo (porque a diferencia de mi hermana y yo lo hicieron bien) y no bajaron a la playa. Mi hermana, Mery y yo subimos de nuevo a la habitación para cambiarnos e ir al buffet a comer.

Mi hermana tenía 17 años entonces. En diciembre cumplía la mayoría de edad. Según la mayoría de la gente somos como dos gotas de agua, sin embargo nosotras no nos vemos parecido ni el blanco de los ojos. Es más bajita que yo a pesar de la diferencia de edad. Tiene los ojos color marrón y el pelo oscuro. Es un poco...difícil de tratar. Tiene su vida y a veces parece que ni mis padres ni yo formamos parte de ella. Suele estar en su habitación estudiando o...no sé qué narices hace tanto tiempo ahí dentro.

A mí siempre me comparan con ella. Mary es la típica niña perfecta, responsable y empollona de la que sus padres están muy orgullosos y yo...yo soy todo lo contrario. Aprobé matemáticas (no sé ni cómo) y no me había quedado ninguna, pero para mis padres seguía sin ser suficiente. "Tu hermana es limpia y tu desordenada, tu hermana es responsable y tu eres un desastre, en el curso que estás tu hermana lo sacó todo con sobresalientes y tú no." ...Así siempre.

-Esa no es...¿esa no es la amiga de Victoria y Rose?- me preguntó cuando llegamos a la habitación y fue a colgar el bikini a la terraza.

-¿Qué dices?- me acerqué con el corazón en un puño. Sabía que vacaciones cerca pero mucha casualidad sería acabar en el mismo hotel con ella y con las mismas fechas.

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