Ya todo el mundo tenía la mentalidad del verano. Era casi finales de julio.
Fueron unos días muy duros porque tuvieron que ingresar a mi abuela en el hospital casi una semana porque se había caído y le dolía demasiado la cadera. Había que ir mucho y a veces quedarse a dormir. Así que en esos días casi no pisé mi casa (la piscina, mi habitación, mi cama...) sino que me alternaba el tiempo entre Aranjuez y el hospital.
Logan fue una gran ayuda durante esos días. Tenía la impresión de que era la única que apostaba por que mi abuela iba a seguir viva. Cuando se quedaba dormida y estábamos en la habitación, toda mi familia se empezaba a poner nerviosa. Cosa que vale, entiendo. Pero siempre estaban hablando del poco tiempo que le quedaba y de penas y cosas tristes. Me superaban y cuando me sentía realmente agotada psicológicamente salía un rato a la puerta del hospital y Logan venía y se quedaba hablando conmigo. Esos ratos me daban la vida.
Después de nuestra "fallida" cita y mi confesión de que no iba a a escribir la segunda parte habíamos cogido el hábito de hablar mucho. Me pasaba las horas muertas hablando con él (Shawn estaba en la playa y me tenía abandonada) sobre todo. Habíamos cogido una confianza increíble y casi extrema. Había sido capaz de contarle muchas cosas sobre mi vida que muy poca gente sabía porque me costaba mucho hablar de ellas. Él me había confesado muchos de sus amores, la primera (y única) vez que se enamoró de una chica, cosas de su familia, de sus amigos, de su vida diaria...En fin.
Me sentía a gusto con él. Cada vez estaba menos confundida y lo tenía más claro... Marcos había desaparecido casi al completo, Logan siempre estaba ahí, Lily había vuelto y todo (si no fuese por lo de mi abuela) empezaba a ir bien.
Era domingo por la mañana. Había conseguido invitar a Logan, Harry y Kate a la piscina (a pesar de que me costaba mucho hacerlo porque tenía un complejo (absurdo) de mi físico). Estaba tumbada en una hamaca y esperando una llamada para ir a la parada del autobús a buscarlos. Sin embargo, y para mi sorpresa, llamaron a la puerta porque les había traído la madre de Kate en el coche.
Mi madre ya se había ido a trabajar y mi hermana estaba en Alicante (por segunda semana consecutiva ya). No le vi el pelo en todo el verano. Mi padre sí que estaba en casa, pero había cogido un constipado y no salía mucho de la habitación.
Entraron y no me molesté en darles dos besos porque no me gustaba, sólo lo hacía si me sentía obligada porque no tenía confianza con la persona o por cualquier otro motivo. Pero ellos...en fin, ya me conocían.
Pasamos por la puerta de abajo y les enseñé la bodega. No era nada del otro mundo pero a ellos les impresionó. Habían traído pizzas para comer.
Dejaron sus cosas y se pusieron los bañadores.
Fuimos a la piscina riéndonos porque Harry casi se mata con mi perra.
-¿Por qué respiran así?- preguntó Logan. Mis perras son Bulldogs y tienen la cabeza muy grande y la nariz muy pequeña. Así que se pasan el día roncando.
-Porque son de tu raza.- le contestó Kate.
-Vete a la mierda.
Nos sentamos en la mesa y empezamos a comer. Habíamos pedido dos pizzas: una de barbacoa y otra mitad barbacoa, mitad jamón york y queso (culpa de Harry), pero la inútil de Kate se levantó y sin querer se tropezó, se apoyó en la mesa y tiró una de las cajas. No tuvimos tiempo de cogerla porque 1) mis perras estaban preparadas por si caía algo y 2) le dio tan fuerte que acabó en la escalera de la piscina.
-¡¡Te mato!!- grité. Hubiese ido a por ella si no hubiese sido porque Kate estaba en el suelo y tenía la mano sangrando. Le ayudé a levantarse mientras se lo echaba en cara.
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¿Sigues aquí?
RomanceLucy es una chica que está perdidamente enamorada de Marcos, un chico chulo, guapo, de ojos verdes al que cualquier chica desería tener. Empiezan a salir y todo es perfecto, pero hay un problema: él no la quiere. Por casualidad y destino, Logan apar...