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Una vez armamos el escudo y nos pusimos el equipo para poder salir de aquí.
—Cheong-san... —dije y este me miro.
—Tranquila Somi todo saldrá bien —dijo y solo asenti me tomo de la mano por lo lo cual hice una leve sonrisa.
Note como no era la única nerviosa y vi a On-jo mirarme por uno segundos y sonrio, le devolvi la sonrisa pero esta fue algo leve y me dispuse a mirar a todos los demás.
—Bien hagámoslo —dijo Joo-young y todos asentimos.
Justamente salimos del cuarto todos los zombies se abalanzaron sobre el escudo que nos separaba, en ese momento todas mis fuerzas y pensamientos las puse en el deseo de salir de este lugar.
Era bastante complicado el tratar de movernos y empujar a los zombies para que no nos mordieran, sin ningún aviso uno de los zombies mordió a Joo-young y sentí muy feo ya habiamos perdido a varios.
—Joo... —dije en un susurro apenas puesto que este salió del escudo y se expuso a los zombies.
—Vayan y vuelvan a casa —dijo mientras nos ayudaba.
Una vez estuvimos al lado de la puerta que nos haría salir al exterior, esta estaba atrancada pues no se podía abrir estabamos deseperandonos y en ese momento aparece el papá de On-jo.
—Papá—dijo On-jo y se abrazaron.
Los demás salimos corriendo del gimnasio y cerramos la puerta, empezamos a correr hacia la cancha de tenis, por lo cual los zombies aún venían atrás de nosostros.
Una vez llegamos y entramos a nos quedamos encerrados ahora en la cancha del lado en que entramos los zombies se entraron y parecía que ya no teniamos escapatoria, pues estabamos rodeados. Más sin embargo el padre de On-jo prendió una vengala que llamó la atención de los zombies que estaban del lado donde teniamos que salir para ir a la construcción.
—Papá... ¿Que haces? —pregunto On-jo y sólo la tome del brazo y era me miro de una manera muy fría.
—On-jo, tienen que irse —dijo el papá de On-jo cuando lanzo la vengala para que los zombies fueran hacia ella.
Abrieron la serca y todos estabamos listo para irnos, Cheong-san y yo jalamos a On-jo hacia la construcción y luego al bosque mientras su padre era la carnada para los zombies.
Era horrible ver aquella escena pues ya muchos se habían sacrificado por que nosotros salieramos con vida.
—Hay que irnos —dijo Ha-ri y todos salimos corriendo hacia la construcción.
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