Capítulo 14: ¿Y dónde están los Garden?

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Entonces recordé algo de lo que me dijo ayer, entre tantas cosas.

_ ¿Me vas a decir por qué me buscaste? - pregunté seriamente.

Elizabeth se congeló, flotó hacia mí y puso su mano borrosa sobre mi muñeca derecha, sobre el relicario. Automáticamente su brazo se volvió semisólido, utilizó la otra mano para quitar la cadena de mi mano y ponerla en su cuello. Cayó sentada junto a mí.

_ Algo está pasando en Garden...- dijo viéndome a los ojos.

_ ¿Qué quieres decir con algo?

Calló por un momento, pensando antes de explicar.

_ ¿Conoces la historia de Garden? - preguntó.

Asentí. Gracias Anthony.

_ El incendio, los Garden murieron, la construcción de la escuela... Sí, ¿Qué hay con eso?

Jugueteó con el borde de su falda plisada.

_ Supongo que también sabes que "los fantasmas de los Garden acechan el colegio en busca de venganza"- dijo haciendo comillas al aire con los dedos, asentí de nuevo- Bueno, el caso es que los espíritus de la familia Garden si están atrapados en el castillo, pero no son malos ni buscan venganza. No tengo idea de dónde sacaron eso. A ellos solo les gusta ver que su castillo tuvo fines mejores después de todo, por eso permanecen aquí, son buenos y no molestan nadie. Cada vez que iba por el castillo me los cruzaba. Pero he notado que hace poco no he visto a ninguno de ellos.

Arrugué el entrecejo.

_ ¿Estás diciendo que los Garden han desaparecido? ¿Estás segura de que no se fueron, eh, al otro lado, que se yo? ¿Y qué tengo que ver yo en todo esto?

Aló de un hilo suelto de su yersi, y lo tiro con frustración.

_ No, no se han ido del mundo físico. Solo... ya no están. No los he vuelto a ver, por las noches procuro pasear por el castillo en su búsqueda, pero no he encontrado señales de ellos. Ellos han estado en ese castillo incluso en los tiempos en que yo estaba estudiando, no se van a esfumar, así como así. Algo está pasando.

Dejó de mirar a su regazó y me miró de reojo.

_ Y pensé que tal vez pudieras haber visto en algún momento algo de ellos, por eso he tratado de atraerte hacia mí- arrugó la nariz brevemente.

Busqué en mi memoria algún recuerdo de haber visto otro fantasma...

¡Cierto!

_ Hace unos meses vi a un chico, uno de los hijos menores de los Garden, estaba vagando en el segundo piso, cerca del aula de pintura. Pero, de resto no he visto otro fantasma, más que tú.

Volvió la mirada hacia el frente, mirando la nada, entonces habló.

_ Por eso he estado asistiendo este año como alumna al colegio. Después de tantos años no queda nadie que me recuerde o que pueda confirmar que yo fui alumna hace tanto tiempo. Mi pacto con los directores de Garden es estar al tanto de todo y cuidar de los alrededores, y así me dejan ir libremente por el castillo y estar aquí sin decirle a nadie más de mi existencia. Antes de que comenzara este año escolar fue cuando empecé a notar la ausencia de los Garden, por lo cual se lo notifiqué a la directora McQuid, llegamos al acuerdo de que fingiría ser una estudiante para poder ver cualquier cosa dentro del castillo y entre los alumnos...

Su voz se fue apagando poco a poco. Giró la cabeza y me miró seriamente.

_ Tengo que llegar al fondo de esto, después de la lealtad que Garden ha tenido hacia mí, no puedo permitir que le pase nada- dijo con voz distante.

Lo pensé un poco. Entonces se me ocurrió algo.

_ Yo te ayudo, cuenta conmigo, si veo cualquier cosa te lo voy a decir- le dije con una pequeña sonrisa.

Ella me devolvió a sonrisa. Dos hoyuelos se formaron en sus mejillas.

_Gracias, Andy.

lll


El resto de la mañana me la pasé con Elizabeth en su Santuario, como le dice. Ya no quería hacer preguntas, solo quería pasar el tiempo con ella. Su presencia me tranquilizaba de alguna forma, así sea en forma física o espiritual. Solo pasamos el rato, ella me contaba cuando había hecho cada dibujo que se iba reflejando en las columnas de la capilla.

_ Este lo hice...- pasó la mano por una hoja de papel amarillo con el dibujo de un mirlo posado en un árbol- Yo...- pestañeó y arrugó la frente- No lo recuerdo...

Se mordió el labio y sonrió tristemente.

_ A veces se me olvidan las cosas... Hace tanto que pasaron- negó con la cabeza y siguió caminando.

Entonces, me atreví a preguntar algo que rondaba mi mente.

_ ¿Cómo... es la muerte?

Me miró por un segundo, antes de acariciar una rosa blanca.

_ Es... bueno, cuando se muere, es como dormir. Nunca supe lo que se siente ir al más allá. Luego de morir, tú alma se desconecta de tu cuerpo- dijo pausadamente- A veces quisiera saber que se siente ir al más allá, el cielo, o como lo llamen... Cuando se está muerto, los años no pasan, todo se detiene. Cuantas los años como días, todo es igual, nada cambia. Ser un espíritu en la tierra es como una tortura, ver todas esas personas vivas, teniendo vidas normales... y tú solo estás congelado en el tiempo y el espacio.

Tomó la rosa en sus manos acunándola suavemente.

_ Y... ¿Extrañas estar... viva? - pregunté en un susurró casi inaudible.

_ Esto...- se señaló a si misma- No es más que una marioneta, una máscara para pasar desapercibida. Aunque en cierto modo es algo más valioso que ser una nube de aire a la que nadie ve. Pero, es incluso peor. No respiro, mi corazón no late, no hay calor humano... No es vida, así se añora más. Así que si... a veces, extraño la vida. Aunque tenga un cuerpo falso.

Tristeza bañó el semblante de Elizabeth. Sentí como si una piedra se alojara en mi estómago.

_ Algunos fantasmas se vuelven locos con el tiempo. Tratan de seguirle el paso al mundo, pero va tan rápido que enloquecen, es de verdad lamentable- se encogió de hombros y siguió admirando la rosa igual de blanca que sus manos.

Pensé en el niño que estaba atrapado en el ático de mi antigua casa, estando por tantos años en el mismo lugar... Dios. La muerte es cruel.

Cuando se hizo la hora de almorzar Elizabeth insistió en volver al castillo, para que comiera algo. El paseo de regreso fue tranquilo, no hacia tanto frío ya que se habían asomado unos cuantos rayos de sol.

Cuando llegamos al castillo me acompañó al comedor, donde comí lo de mi plato rápidamente mientras ella me miraba en silencio.

Luego nos fuimos el lado sur del castillo, donde había cenadores que daban al bosque.

Nos sentamos en una de los banquillos de cemento bajo las columnas. Elizabeth empezó a tararear dulcemente una nana en voz bajo. Su voz era melodiosa y fina. Sentí que el pecho se me calentó, me sentía en paz. Cerré los ojos y relajé los hombros hasta que choqué con los de ella. Me recargué ligeramente, ella también lo hizo.

Por primera vez desde que llegué aquí mi cerebro no estaba buscando respuestas y maquineando para conectar puntos. Mi cerebro estaba en blanco.

Pero... ahora solo quedaba una cosa por averiguar...

¿Qué estaba pasando en Garden?



Cap cortito 

---Sin editar---


Garden -El punto entre la vida y la muerte- [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora