Capítulo 26: No va a ser nuestro último adiós

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Me tomó de los hombros y me obligó a mirarla a los ojos.

_ ¡No vas a ir!... No voy a dejar que lo hagas. Tú te convertiste en una de las cosas que me mantienen atada a la tierra. Te amo, no voy a dejar que hagas esto para ayudarme. No hay seguridad de que vuelvas a salvo. Solo... Quédate aquí con los chicos para proteger a los demás.

Su voz estaba llena de súplica, al igual que sus ojos. Hizo que me estremeciera.

Deslizó los brazos por mi cuello y me abrazó con ansia.

_Te amo-susurró en mi oído.

Me separé de ella y la besé en los labios. Los ojos me escocían cuando los cerré.

_ Te amo- le respondí, con los labios pegados a los suyos.

Sentí que mi corazón saltó cuando dije esas simples palabras, pero tenían tanto poder.

Apoyé la frente en la suya. Sentí como se movió un poco, abrí los ojos y la vi quitarse el anillo del dedo, tomó mi mano y lo pasó por mi dedo medio. Tomó el broche de su relicario y lo abrió, me preparé para verla esfumarse, pero no lo hizo, seguía en forma física.

_ ¿Cómo...?

Me mostró la muñeca, el brazalete que yo le regalé, justamente.

_ Se volvió parte de mi- susurró.

Tomó el relicario y lo abrochó en mi cuello, sentí cuando cayó balanceándose en mi pecho. Luego, llevó la mano al broche del brazalete.

_ Vuelve conmigo por favor...- le supliqué.

_ Claro que volveré- me sonrió deslumbrantemente- Tengo que volver por esto.

Dejó caer el brazalete en mi mano. La vi evaporarse y volverse fantasma.

Tantas veces la había visto hacer eso y me maravillaba, pero esta vez me entristeció.

Atravesó la pared, con sus rizos flotantes y su camisón blanco.

_ ¿Qué rayos...? - oí exclamar a Helena.

Cierto, ellos siguen ahí y vieron como Elizabeth se volvía fantasma.

_ Será mejor sino preguntas... Aunque eso fue alucinante- dijo Ted.

Miré el brazalete en mi mano, las estrellas brillaron a la escasa luz de la linterna. Me lo llevé a los labios y lo besé, haciendo una promesa silenciosa. Luego lo guardé en mi bolsillo mientras mi cerebro maquineaba un plan.

_ No le vas a hacer caso... ¿Verdad? -preguntó Ted, parándose a mi lado.

Negué rotundamente.

_ No voy a dejar que haga esto sola, esos espíritus son más fuertes que ella...- lo miré de reojo- Supongo que tú también te vas a oponer.

Él suspiró.

_ Creo que este día he visto bastantes cosas extrañas, a pesar de eso, Iza es tan dulce y no merece que le hagan daño, si quieres hacer algo, yo te apoyo, siempre y cuando sea algo bueno y que valga la pena.

_ Gracias, Ted- le palmeé la espalda.

_ ¿Tienes algo en mente? -preguntó con duda.

A estas alturas mi mente había ingeniado un plan un tanto inseguro, pero era lo único que tenía.

_ Tengo que conseguir la manera de morir para luego regresar intacto en unos minutos-dije con convicción, aunque la mitad de mi cerebro decía que se oía fatal.

Garden -El punto entre la vida y la muerte- [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora